La IA de Google es asombrosamente precisa en la detección del cáncer de mama

La compañía tecnológica norteamericana demuestra, una vez más, cómo este siglo será la confirmación de una tecnología que cambiará el mundo.

La IA de Google es asombrosamente precisa en la detección del cáncer de mama
La inteligencia artificial de Google sigue sorprendiéndonos. Wired

Desde hace unos días estoy suscrito, de nuevo, a YouTube Premium, la opción que ofrece la plataforma de Google para poder visualizar su contenido sin publicidad, en segundo plano y con la integración de los denominados Originals en la ecuación. Dentro de estos programas, desde hace pocas semanas, se puede ver una serie documental denominada The Age of A.I., de la cuál ya te he hablado en un artículo aquí, en Urban Tecno. En uno de sus capítulos, se habla acerca del protagonista de esta noticia, la inteligencia artificial de Google.

Máquinas mejorando nuestra esperanza de vida

Recientemente, gracias a la información que hemos podido encontrar en un estudio publicado por el prestigioso diario Nature, hemos conocido cómo el proyecto de Google ha obtenido mejores resultados que los propios médicos. Aunque la finalidad no es competir contra nosotros, sino que la inteligencia artificial sea la herramienta más potente para ayudarnos en los diagnósticos más complicados, incluso adelantándose a la aparición de una futura enfermedad, este sistema ha demostrado que puede bajar drásticamente los porcentajes de error a la hora de diagnosticar un cáncer de mama.

La IA de Google es extraordinaria

Para el estudio se han utilizado a 28.000 mujeres, de Reino Unido y Estados Unidos, y éste ha consistido en el entrenamiento de la IA para escanear muestras de rayos X de dichas personas. Después se ha llevado a cabo la comparación entre lo que el sistema pensaba en cada caso particular, acerca de la existencia o no de un principio de cáncer, contra lo que los resultados médicos habían indicado. Los falsos negativos se redujeron en casi un 10%, mientras que los falsos positivos disminuyeron en torno al 6%, en el caso norteamericano. Una vez más, y debes quedarte con esta idea en la cabeza, se demuestra que la inteligencia artificial es algo más que hablar con un altavoz o jugar al ajedrez contra un ordenador. Y aún no hemos comenzado a explorar todo su potencial.

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