HydroFlyer, la tabla de surf con manillar que se cree moto de agua

¿Comprarías una tabla de surf con motor eléctrico y manillar incluidos? He aquí una propuesta que no te dejará indiferente.

HydroFlyer, la tabla de surf con manillar que se cree moto de agua
El modelo HydroFlyer incorpora soluciones para mejorar su confort y seguridad. Zephirnet

Desde hace muchos años, las actividades acuáticas han tenido una especial relevancia en la estación veraniega. Al fin y al cabo, podemos encontrar múltiples deportes que se pueden practicar en aguas abiertas, lagos o, simplemente, piscinas. En esta ocasión, nos vamos a centrar en aquellas que se disfrutan, principalmente, en la costa. ¿Por qué podemos decir que no todo está inventado?

La moto clásica de agua es una de las alternativas preferidas de muchas personas acérrimas al mar. Sin embargo, hay otras muchas propuestas que cabe explorar. Entre ellas, hay una que podría tener un especial protagonismo a lo largo de los próximos años. La clave está en ver cuáles son las principales cualidades del producto HydroFlyer. ¿Es una tecnología con capacidad de éxito?

Esta tabla de surf eléctrica ofrece una mayor comodidad y confort de marcha

Se trata, a grosso modo, de una especie de tabla de surf que incorpora un manillar para controlar el medio de transporte. Su diferenciación radica, principalmente, en la altura respecto a la superficie del agua. Esto es debido a la disposición de un motor eléctrico que se encarga de girar unas hélices para conseguir el desplazamiento. Es, por tanto, una opción muy interesante.

El control y la estabilidad, por tanto, son las principales cualidades de esta tecnología. Este modelo en particular agrega una serie de tecnologías para que la curva de aprendizaje sea mucho más sencilla. De esta forma, bastará con apenas unos minutos para controlar la base del movimiento. El objetivo es claro, poder aprovechar de este medio de transporte lúdico sin apenas echar horas en el intento.

Veamos, por tanto, cómo consigue el modelo HydroFlyer ser un referente en un sector que está en continuo crecimiento, por qué se trata de una opción muy interesante a valorar para los próximos años y, por supuesto, cuáles son las señas de identidad que lo distinguen respecto a la competencia. ¿Comprarías una unidad sabiendo que apenas supone esfuerzo su aprendizaje? He aquí las claves.

Un tabla de surf con complejo de moto de agua para el verano

Estamos ante una tecnología muy seria. Tanto es así que su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 56 km/h. No obstante, bastará con superar los 7 km/h para que, automáticamente, se erija unos centímetros, provocando una sensación de vuelo al usuario que conduce esta especie de tabla de surf. Dicho lo cual, ¿merece la pena un producto de estas características?

Tal y como se observa en las imágenes anteriores, se trata de una auténtica atracción que ofrece sensaciones no apreciables en cualquier otro proyecto parecido. La clave para conseguir estos sentimientos radica, precisamente, en la elevación que se produce. Al haber un menor contacto con la superficie del agua, es posible la adopción de unas mayores velocidades.

El cuerpo de la estructura está fabricado en fibra de carbono para reducir el peso

Además, dispone de un cuerpo que está producido en fibra de carbono, convirtiendo a la tabla en una estructura muy dura y, sobre todo, liviana. Aun así, su diferenciación respecto a otras propuestas sustitutivas está especialmente relacionada con la carga del conjunto de baterías de ion litio que incorpora. Según se puede leer en el portal especializado New Atlas tarda 2 horas en cargarse.

En relación con el control de la potencia, se ha recurrido a un sistema inalámbrico. El usuario únicamente debe bascular el manillar hacia delante o hacia atrás para determinar la velocidad a la que quiere circular. Más allá de ello, las curvas se realizan mediante un sistema de balanceo del cuerpo, lo cual muestra hasta qué punto es sencillo su manejo.

Un producto no apto para todos los bolsillos

Llegados a este punto y, sobre todo, tras analizar las imágenes anteriores, ¿merece la pena su compra o estamos ante una tecnología que apenas gozará de éxito alguno? Cabe destacar, en primer lugar, que estamos ante un proyecto con una seria limitación, el precio. Cada una de las unidades tienen un coste para el público de unos 14.000 dólares. Esto, de entrada, limita el público objetivo.

Al mismo tiempo, conocer este dato abre una nueva posibilidad. ¿Está pensado para el público en particular o es preferible su adquisición por empresas especializadas en actividades acuáticas? Esta es, quizás, la línea de negocio que podría tener más sentido viendo sus principales características. Al fin y al cabo, se trata de un producto innovador, pero que cuenta con una serie de desventajas.

Habrá que esperar un tiempo para conocer cuáles son sus detalles en términos de comercialización. Está a la venta desde el pasado 2 de mayo, por lo que es muy pronto para conocer el perfil de compradores y, por supuesto, el nivel de fiabilidad que ofrece. Y tú, ¿lo comprarías sabiendo todos los datos que se han hecho públicos?

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