Inteligencia artificial aplicada con ética y tecnología climática, los dos pilares que han convertido a este país europeo en un referente
Inversiones millonarias realizadas por instituciones, empresas privadas y el gobierno con el objetivo de mantener un ritmo de evolución acelerado
Los Países Bajos son uno de los países más prometedores de Europa. Más conocidos como Holanda (aunque este nombre solo hace referencia a dos de sus provincias), destacan por sus canales, molinos de viento y tulipanes a nivel paisajístico, pero también por su cultura abierta e innovadora. Con capital en Ámsterdam y casi un tercio de su territorio por debajo del nivel del mar, los Países Bajos son una de las economías más avanzadas del viejo continente.
Este país, con una de las mejores infraestructuras para ciclistas del mundo, cuenta con uno de los ecosistemas de startups más dinámicos de Europa. Algunas de las empresas tecnológicas más destacadas son Ayden (plataforma global de pagos), Booking.com (reserva de hoteles y viajes), Picnic (supermercado en línea sin tiendas físicas) o ASML (fabricante de máquinas para la producción de microchips avanzados).
Además, el gobierno y las universidades han apostado fuerte por la robótica gracias a empresas como RoboValley, que desarrolla robots autónomos, pero también por la inteligencia artificial. La TNO (Organización Neerlandesa para la Investigación Científica Aplicada) trabaja en temas relacionados con salud, sostenibilidad y movilidad. El país busca convertirse en el referente europeo de esta tecnología.
Los Países Bajos están posicionándose como el "renacimiento" tecnológico de Europa
Los Países Bajos han elaborado una serie de políticas para favorecer el crecimiento tecnológico, lo que ha llevado a ser uno de los países europeos que más crece
La inteligencia artificial, la sostenibilidad y un marco ético sólido fueron los pilares que permitieron a los Países Bajos atraer 2.500 millones de dólares en inversiones tecnológicas en el año 2024. Según la firma de capital riesgo Atomico, el país se ha convertido en uno de los ecosistemas tecnológicos de más rápido crecimiento en Europa.
La tecnología ahora representa el 23% del mercado total de Euronext Amsterdam (bolsa de valores con sede en la ciudad neerlandesa que le da su nombre, y considerada la más antigua del mundo), superando el 14% de la Bolsa de Nueva York.
La inteligencia artificial ética es uno de los aspectos fundamentales en las ambiciones tecnológicas de los Países Bajos. Kickstart AI es una colaboración entre cinco importantes empresas del país (Ahold Delhaize, ING, KLM, NS y Philips), que se centra en impulsar innovaciones éticas en IA que se alineen con los valores sociales y puedan abordar los desafíos del mundo real.
Otra de las iniciativas clave es GPT-NL, encabezada por las organizaciones sin fines de lucro TNO, NFI y SURF, que tiene como objetivo garantizar un uso transparente y justo de la IA, adhiriéndose a los principios europeos de propiedad de datos y estándares éticos.
Este crecimiento no hubiera podido haberse dado sin la colaboración activa del gobierno del país europeo. Ha implementado políticas que fomentan el crecimiento tecnológico en todas las etapas del proyecto: desde subvenciones para nuevas empresas en etapa inicial hasta incentivos fiscales para actividades de I+D. Por su parte, el Fondo Holandés para el Buen Crecimiento y el plan fiscal Innovation Box alientan a las empresas a invertir en soluciones sostenibles y de alta tecnología.
El gobierno holandés también aporta su visión sobre la inteligencia artificial generativa, delineando un marco para desarrollar esta tecnología de manera responsable mientras se mantiene el control sobre sus impactos sociales. Los planes se alinean con importantes inversiones de millones de euros, realizadas por instituciones de investigación, empresas privadas y el gobierno; todo con el objetivo de mantener el ritmo de la rápida evolución de la IA, como menciona la fuente.
Europa quiere ser una potencia en inteligencia artificial, por eso la EuroHPC (Empresa Conjunta Europea de Computación de Alto Rendimiento) ha elegido siete ciudades del viejo continente para montar fábricas de IA. Una de ellas es Barcelona.