La peor actualización de iOS: experiencia personal

No es oro todo lo que reluce en Apple. Te cuento mi experiencia de uso diario con la nueva versión del sistema operativo en mi teléfono móvil.

La peor actualización de iOS: experiencia personal

Soy usuario alterno de iOS. Comencé mi andadura en el sistema operativo de Google con una maravillosa HTC Magic, pero enseguida me pasé al lado oscuro de la fuerza para probar un iPhone 3GS. En aquella época, la distancia era amplia entre los dos sistemas. Mucho más la diferencia de fluidez entre ambos terminales.

La experiencia de los usuarios de teléfonos menos actuales es muy limitada

iOS no siempre ha sido el sistema operativo móvil más innovador, pero sí ha ido aportando valor según pasaban las versiones. Qué decir, además, de la posibilidad de ser potenciado a través del ahora denostado Jailbreak. Sin embargo, en la actualidad, Apple está deformando la experiencia al usuario y lo puede pagar caro.

A continuación, te voy a explicar, desde mi propia experiencia de uso en el día a día, las cinco claves que me hacen plantearme la vuelta a Android de manera inmediata. Quédate que va a merecer la pena.

Batería limitada

Que las baterías en la marca de la manzana mordida nunca han sido su punto fuerte lo sabemos todos y todas. No solamente por el número de mAh, que en el recién estrenado iPhone 8 acumula la pírrica cifra de 1.821 mAh, sino porque haciendo un uso corriente, que no intensivo, del terminal llega a duras penas al final del día.

En mi caso, combino mi iPhone 6 con un Apple Watch de primera generación, con lo que la batería, sobre todo en el ámbito de las notificaciones, debería aguantar el día de sobra, a no ser que reproduzca muchos vídeos, horas de música o algún que otro juego.

La peor actualización de iOS: experiencia personal

iPhone con la batería agotada. <a href="https://unsplash.com" rel="nofollow" target="_BLANK">Unsplash</a>

El caso es que antes, de media, llegaba a la noche con un 20% de batería, alrededor de las 20:00h. Lo justo para activar el modo ahorro de energía y aguantar las últimas horas. Sin embargo, desde que actualicé a iOS 11, el aviso de este fatídico tanto por cierto llega a media tarde, si no antes. No pasa un solo día en que no tenga que cargar el terminal para poder hacer uso del mismo por la noche.

Desbloqueo con TouchID

El suplicio máximo. Si en la generación del iPhone 6, el TouchID no estaba aún en su versión más rápida y eficaz, ahora es una auténtica odisea desbloquear el terminal de esta segura manera. Y no sólo hablo del desbloqueo, también de aquellas aplicaciones, por ejemplo bancarias, que protegen tus datos más sensibles.

TouchID menos sensible de lo habitual

Nunca he tenido problemas a la hora de pulsar y mantener menos de un segundo el botón de inicio para acceder a la pantalla principal, pero ahora los problemas son constantes. Por un lado, no exagero si digo que en más de la mitad de las veces que intento desbloquearlo, la pantalla simplemente se enciende, mostrándome la hora y la fecha. Además, suele ocurrir cuando más prisa tienes, gracias a la Ley de Murphy, si vuelvo a mantener el botón pulsado, el terminal me vuelve a pedir la verificación por TouchID o el código de desbloqueo.

Nuevo Centro de Control

Una maravilla. No pongo en duda la utilidad y sencillez de uso del nuevo Centro de Control. Me gusta la personalización de la que ahora hace gala y la posibilidad, para un terminal que no posee la cualidad del 3D Touch, de explorar entre las distintas opciones simplemente manteniendo pulsado el botón elegido. Lo que no es de recibo es el tiempo de respuesta.

Que el gesto de invocación del Centro de Control, deslizando el dedo desde la parte inferior del iPhone hacia arriba, necesite de más de un segundo para hacer efecto es una broma pesada. No sólo pone de los nervios ese movimiento a trompicones, sino que da una idea de la mala decisión que ha sido instalar esta nueva versión del sistema operativo. Si se accede al mismo desde la pantalla de bloqueo, el tiempo de respuesta suele ser incluso más alto. Otro desastre.

Fluidez del sistema

El gran error de iOS 11. No me importa no tener el móvil actualizado en la última versión, de hecho, al haber estado varios años utilizando terminales con Android, esa era y es una práctica habitual dependiendo del dispositivo adquirido. Lo que me parece absurdo es lanzar iOS 11 en un teléfono con tan solo 1 GB de RAM, sabiendo que irá más lento que el caballo del malo.

No hablo solamente de la fluidez del sistema en cuanto a lo anteriormente descrito. Ahora resulta imposible abrir de forma inmediata una aplicación, Twitter tarda casi 10 segundos en algunas ocasiones. Utilizar el teclado en una conversación de cualquier red social también provoca retardo en su aparición.

Reiniciar mi iPhone es el pan de cada tres días

Deslizar hacia abajo para ver las notificaciones y navegar entre ellas provoca el mismo lag que se sufre a lo largo de la experiencia diaria. Por último, ahora mismo necesito reiniciar el terminal cada dos o tres días para recuperar algo de fluidez, cosa que desaparece a las horas de uso.

Aplicaciones

Por último, y simplemente como un detalle, tengo aplicaciones, os hablaré de LINE, que también está disponible para Android, en concreto, que resultan exasperantes a la hora de utilizarlas. La aplicación es una de mis favoritas por lo acostumbrado que estoy en su uso, pero existen tres problemas que aparecen todos los días.

La peor actualización de iOS: experiencia personal

Aplicación LINE para iPhone. <a href="http://mundoejecutivo.com.mx" rel="nofollow" target="_BLANK">Mundo Ejecutivo</a>

LINE es el ejemplo de una aplicación maltratada por iOS 11

Primero, las notificaciones. Muchas veces, diría que más de la mitad de las veces, tengo que hacer uso de la aplicación para el ordenador, porque la app móvil no me notifica nuevos mensajes. Vaya, una aplicación de mensajería que no avisa. Y casualmente sucede al cambiar a iOS 11. Además, si dentro de una conversación intentas obtener una fotografía para enviar a la otra persona, prácticamente la totalidad de las veces la aplicación se cierta automáticamente. Para acabar, anotar que utilizar el teclado en Line puede provocar infartos agudos, ya que la escasa fluidez y los continuos saltos deja desesperado al usuario.

Conclusión

iOS 11 ha llegado a los dispositivos portátiles de Apple con grandes novedades, pero, sin embargo, quienes queráis regresar a la senda de la fluidez, aún estáis a tiempo. El proceso, denominado downgrade, consiste en bajar de versión el sistema operativo, en este caso sería de iOS 11 a iOS 10.3.3. Os dejo el enlace del proceso completo, cortesía de los compañeros de iPadizate, para que lo tengáis lo más claro posible.

Si estás en iOS 10, disfrútalo mientras puedas

No espero una actualización milagrosa que repare los problemas que esta nueva versión del sistema operativo provoca en el terminal, pero sí espero que para futuras versiones se excluyan de ser actualizados los teléfonos con hardware más limitado para su utilización. Si aún utilizas iOS 10 en un iPhone 6 o inferior, disfrútalo como se merece.

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