Las perturbadoras máscaras que usan en Japón para entrenar el reconocimiento facial
El reconocimiento facial se ha convertido en una de las líneas de desarrollo más destacadas en la ciberseguridad. Aun así, algunas innovaciones como estas máscaras lo ponen a ponen a prueba a diario.

En los últimos años, hemos incluido en nuestro día a día acciones encaminadas a mejorar la exposición a nuestros datos. En la actualidad, desbloquear nuestro dispositivo móvil o abrir una determinada aplicación solo son posibles introduciendo el clásico código de verificación o contraseña, o bien, a través del reconocimiento facial o huella dactilar.
La detección biométrica de nuestro rostro se ha posicionado como una de las alternativas más destacadas del mercado. Lo que comenzó siendo como una solución innovadora por parte de Apple, gracias al Face ID, se ha convertido en una tecnología disponible en la gama media. ¿Estamos ante el sistema de desbloqueo más importante del mercado?
Soluciones como el Face ID se han convertido en los más práctico en accesibilidad limitada
Tras su llegada durante la segunda mitad de 2017, ha sido este año cuando hemos asistido a su estandarización en la industria móvil. La detección de este mecanismo de seguridad está popularizándose entre los usuarios gracias a los fabricantes, lo cual nos lleva a determinar cómo se mejorarán las predicciones en los próximos años.
¿Será objeto de vulnerabilidades por parte de hackers? ¿Estamos ante el método de desbloqueo más seguro y fiable? Este tipo de cuestiones, en ocasiones, son resueltas gracias a la labor de empresas como REAL-f Co. ¿Son las máscaras profesionales las que pueden contribuir a la obtención de mejores resultados en el futuro?
Veamos cómo funciona una compañía que ha obtenido inspirado a firmas de la talla de Apple. Esta firma japonesa, con sede en Ōtsu, consigue unos resultados difíciles de superar en este mercado. Veamos, por tanto, cómo funciona la producción de máscaras que contribuyen a mejorar una de las opciones más destacadas de ciberseguridad.
Así funcionan las máscaras más realistas de Japón
Esta startup japonesa está especialmente dedicada a la fabricación de máscaras hiperrealistas. A razón de unos 300,000 yenes, o lo que es lo mismo, unos 2330 euros al cambio actual, se puede conseguir un producto que podría engañar a la inteligencia artificial de compañías como Apple o Samsung, entre otras. ¿Cómo funciona? La impresión 3D es clave para entender esta tecnología.
Para conseguir una máscara, el proceso de fabricación comienza con el diseño de una plantilla del rostro a imitar. Esto se consigue gracias al diseño de una plantilla digital que es capaz de copiar todas y cada una de las imperfecciones de la cara, ya sea una pequeña arruga sobre el párpado o un cierto ángulo de nuestro labio. ¡Hasta los vasos sanguíneas de los ojos es capaz de copiar!
Tras ello, se imprime un molde que será trabajado por la persona. En esta ocasión, es el propio Osamu Kitagawa, el fundador de la compañía, la persona que se encarga de dibujar, con las tonalidades correspondientes, una cara determinada. Este proceso es largo, pero merece la pena esperar por los resultados que se consiguen.
Realistic masks are being used to train car software to learn about humans https://t.co/bEynE05QYc via @ReutersTV pic.twitter.com/jBdQYylCta
— Reuters Top News (@Reuters) 20 de noviembre de 2018
Tal y como se puede observar en las imágenes, este modelo de producción solo admite pedidos por valor de unas pocas decenas cada año. No obstante, la inclusión de estos diseños es suficiente para entender cómo el reconocimiento facial podría verse comprometido en un tiempo si no se incluyen nuevas capas de seguridad en el sistema.
Una producción artesanal que cuenta con un mercado muy específico
El desarrollo de esta tecnología no termina repercutiendo un beneficio considerable a su fundador. El precio de venta de cada unidad apenas le permite cubrir las horas invertidas en el desarrollo de esta tecnología, el gasto en material de impresión o, por supuesto, el tiempo que se debe dedicar al desarrollo de esta tecnología.

El molde presente en la parte derecha superior es la base impresa tras el análisis facial. VOA News
El propio Osamu Kitagawa ha reconocido haber invertido un total de 2 años para el desarrollo del programa digital que ejecuta la orden de impresión. El resto del trabajo, tal y como se ha podido observar un poco más arriba, se debe a la destreza artesanal propia. ¿Podría llegar a obtener contratos con otras compañías que están lidiando con el reconocimiento facial?
La inclusión del reconocimiento facial está siendo la tónica general para algunas empresas
En la actualidad, este sistema de desbloqueo está siendo introducido en varios segmentos. Su desarrollo, por tanto, podría ir mucho más allá de la demanda que actualmente está teniendo este trabajo, el cual bien podría ser una obra de arte.
Así pues, habrá que esperar todavía un tiempo para comprobar la viabilidad de un proyecto que nació como una apuesta por el perfeccionamiento. Conseguir engañar a la inteligencia artificial podría ser una buena forma para introducir nuevas variables para hacer todavía más seguro el reconocimiento facial. ¿Serán los gestos, por ejemplo, la solución a este posible problema?