Guerras del Siglo XXI: cortar cables marítimos de Internet y hackear conductos de gas

Irlanda denuncia que Rusia está monitoreando los cables marítimos de Internet que conectan Europa y América para potencialmente cortarlos. Estados Unidos, por otro lado, denuncia haber sufrido ataques de hackers en infraestructuras de gas. Las guerras no son como en el siglo XXI.

Guerras del Siglo XXI: cortar cables marítimos de Internet y hackear conductos de gas

Las guerras de ahora no son como las del siglo pasado. Atrás quedan aquellas guerras mundiales en las que muerieron miles de personas. Ahora, la lucha entre países es digital. Y para muestra, un botón: Irlanda denuncia que Rusia está planeando romper los cables de fibra óptica transatlánticos que conectan el continente europeo con América. De esta manera, atacaría a uno de los puntos más fuertes de Occidente: las comunicaciones.

De acuerdo con un reporte publicado en el periódico británico The Times of London, el departamento de inteligencia de Rusia ha enviado agentes a Irlanda a buscar la localización exacta de los cables de fibra óptica que conectan Europa y Reino Unido con el nuevo continente, según la Garda Síochána (la policía de la República de Irlanda).

Rusia monitorea los cables transoceánicos en busca de puntos débiles

Guerras del Siglo XXI: cortar cables marítimos de Internet y hackear conductos de gas

La Garda Síochána teme, en efecto, que esos esfuerzos de Rusia por querer localizar la ubicación exacta de los cables sea para buscar puntos débiles en la red y cortar esos cables del lecho oceánico. Pero el periódico británico afirma que el objetivo único de estos "espías" no era los cables, sino que también estaban monitoreando el puerto de Dublín.

Guerras del Siglo XXI: cortar cables marítimos de Internet y hackear conductos de gas

No son rutas marítimas, sino las localizaciones de los cables de fibra óptica transatlánticos

Un sabotaje a estos cables transoceánicos podría ser muy peligroso para la estabilidad económica y social de muchos países

Estos cables transoceánicos atraviesan casi todo el planeta, y así es como los continentes están interconectados informáticamente. Se trata de potentes cables de fibra óptica que son instalados en el lecho oceánico y que permiten la transmisión de datos entre continentes.

Tanto Irlanda como Reino Unido son uno de los puntos de entrada más importantes de entrada de este tipo de cables a Europa. Cortar las conexiones en Irlanda dejaría completamente incomunicados entre sí a Europa y América. Pero no solo estaríamos hablando de que perderíamos muchos servicios digitales, sino que tendría consecuencias realmente desastrosas: una buena parte de las transacciones y movimientos financieros se apoyan en estos cables.

Irlanda es el punto de aterrizaje de los cables submarinos que llevan el tráfico de Internet entre América, Gran Bretaña y Europa. Los cables permiten que millones de personas se comuniquen y que las transacciones financieras se realicen sin problemas.

Estos militares habrían sido enviados por la GRU, la rama de inteligencia militar de las fuerzas armadas rusas. Se trata de la misma agencia rusa a la que se le culpó del ataque con agentes nerviosos en pleno Reino Unido a Sergei Skripal, un ex-agente de la inteligencia rusa afincado en Gran Bretaña.

Los satélites, el viejo objetivo de Rusia

Pero Rusia no solo está interesada en los cables de Internet. También está atenta a todos los movimientos de algunos satélites de Estados Unidos, por ejemplo. De hecho, Rusia tiene satélites persiguiendo a otros satélites de Estados Unidos. Están sospechosamente cerca el uno del otro y el ruso copia las órbitas de aquellos satélites estadounidenses que persigue.

«Este es un comportamiento inusual e inquietante y tiene el potencial de crear una situación peligrosa en el espacio. Estados Unidos considera que estas actividades recientes son preocupantes y no reflejan el comportamiento de una nación espacial responsable», informa el comandante del Comando Espacial de Estados Unidos y el Jefe de Operaciones Espaciales de la Fuerza Espacial, General John Raymond.

Los cables de gas, otro punto débil en las nuevas guerras digitales

Otro punto débil de cualquier país que pueda ser atacado digitalmente son las tuberías de gas. Y también se trata de algo que está ocurriendo ahora: Estados Unidos ha avisado que una de sus infraestructuras críticas de gas ha sufrido un ataque mediante ransomware. Si bien los hackers no pudieron tener acceso a las operaciones relativas al control de las tuberías de gas, sí que dejó la planta inutilizada durante dos días.

El ataque se produjo de una forma "tonta": un empleado abrió un enlace denominado como Spearphishing Link (pesca con arpón en español) e introdujo sus datos de acceso en el sistema, dando directamente su usuario y contraseña a los hackers. Los hackers, como decíamos, no pudieron controlar las operaciones, pero sí que cifraron todos los datos de la víctima, obligando a cerrar las operaciones durante dos días.

En este caso no se trataba de un ataque muy complejo; en realidad, fue simplemente un ransomware muy básico que simplemente cifró toda la información. Pero el método de entrada demuestra que la protección de este tipo de infraestructuras no es perfecta.

El ataque no afectó a ningún controlador lógico programable (PLC) y en ningún momento la víctima perdió el control de las operaciones. Aunque el plan de respuesta de emergencia de la víctima no consideraba específicamente los ciberataques, se decidió implementar un cierre deliberado y controlado de las operaciones.

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