Silex es la amenaza digital de este verano

Si aún no conoces las maldades que un virus puede causar en los aparatos conectados a internet, te sugiero que leas con detenimiento este artículo.

Silex es la amenaza digital de este verano
Esta es la interfaz de Silex. ZDNet

Las amenazas, en el mundo digital, están a la hora del día. Desde hace años, casi al mismo tiempo que surgió la informática de consumo, los virus, y demás software dañino, han campado a sus anchas, muchas veces simplemente porque alguien quería llamar la atención y otras veces porque existe maldad, incluso en el medio virtual. Ahora, un niño parece estar poniendo en jaque a multitud de fabricantes de dispositivos conectados a internet.

Silex es el villano digital

Hace apenas unas horas, después del momento de la redacción de este artículo, el medio de comunicación ZDNet se hacía eco de un nuevo virus, que estaba repartiendo mal digital a través de la red. Según este medio, Silex, que es como se hace llamar el virus en cuestión, ha sido creado por un niño de 14 años conocido por el pseudónimo de Light Leafon. Horas después de la aparición del virus, los dispositivos infectados rondaban los 350, creciendo, una hora después, la cifra hasta los 2.000. Parece que el asunto es grave, a juzgar por la rapidez de propagación.

El pequeño hacker está consiguiendo entrar en miles de dispositivos ajenos

Pero, como ya imagino, te estarás preguntado cómo funciona este virus. Yo te lo explico. Cuando este software accede al producto en cuestión, puede ser un router, una cerradura inteligente o una cámara de seguridad, lo primero que hace es revolver entre el almacenamiento del mismo. Después, elimina barreras impuestas por el firewall, elimina la configuración de la red y, por último, te deja un dispositivo prácticamente inservible, a no ser que tengas conocimientos informáticos para poder instalar de nuevo el firmware de tu dispositivo. En todo caso, este hackeo parece ser más una broma, de mal gusto, que una maniobra con malísimas intenciones. Lo único que nos queda es rezar por no caer en la trampa, ahora o en un futuro cercano.

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