Studio Ghibli, Bandai Namco y Square Enix denuncian a OpenAI para que deje de entrenar ChatGPT con su contenido

Las herramientas de OpenAI son usadas para generar material audiovisual basado en reconocidas obras japonesas

Studio Ghibli, Bandai Namco y Square Enix denuncian a OpenAI para que deje de entrenar ChatGPT con su contenido
Mi vecino Totoro de Studio Ghibli
Publicado en Tecnología

ChatGPT es capaz de hacer muchas cosas: desde redactar textos complejos hasta analizar datos, pasando por programar en decenas de lenguajes, dar ideas y hasta ofrecer consejo (cosa que no recomendamos, es mejor hablar con un profesional). Sin embargo, mucha gente utiliza el bot conversacional desarrollado por OpenAI (la compañía cofundada por, entre otras personas, Elon Musk y Sam Altman) para generar sus propias imágenes.

Con la llegada del modelo 4o, millones de usuarios gratuitos o suscritos a los planes Plus, Pro o Team empezaron a «jugar» con la función de generación de imágenes con IA y compartir los resultados en las redes sociales. La característica se volvió tan popular que el propio Altman tuvo que recurrir a su cuenta personal de X para explicar que OpenAI había tenido que limitar su uso debido a que "nuestras GPU se están derritiendo".

A través de sencillos prompts (instrucciones que se le dan a los sistemas de IA para que generen una respuesta), los usuarios pueden pedir a ChatGPT que transforme sus fotografías favoritas con diversos estilos. Uno de los más populares es el de Studio Ghibli, que recrea en cierta medida la esencia de películas como 'Mi vecino Totoro', 'La princesa Mononoke', 'El viaje de Chihiro' y 'Porco Rosso', entre muchas otras. Sin embargo, Studio Ghibli, junto a Bandai Namco y Square Enix, ha demandado a OpenAI que deje de usar su contenido para entrenar a la IA.

Japón no quiere que sus obras de arte sean usadas para entrenar a la IA sin su consentimiento

La Content Overseas Distribution Association (CODA, por sus siglas en inglés) es una asociación comercial japonesa con sede en Tokio fundada en 2002 que se encarga de la gestión de la distribución internacional de contenido japonés (principalmente manga y anime), además de luchar contra la piratería. En 2013, se fusionó con la Asociación Anticontrafacción (ACA) para fortalecer su capacidad de protección de los derechos de autor, así como ofrecer medidas contra su infracción tanto en Japón como en el extranjero.

La CODA publicó hace unos días una carta solicitando a OpenAI que dejara de utilizar el contenido de sus miembros para entrenar a Sora 2, según informó el medio Automaton. La carta afirma que "CODA considera que la replicación durante el proceso de aprendizaje automático puede constituir una infracción de derechos de autor", puesto que el modelo de IA resultante generó contenido con personajes protegidos por derechos de autor.

Sora 2, tras su lanzamiento el pasado 30 de septiembre, generó una avalancha de contenido con propiedad intelectual japonesa, lo que llevó al gobierno del país nipón a solicitar formalmente a OpenAI que dejara de replicar sus obras de arte. Como comentamos unas líneas más arriba, ya pasó hace unos meses con la generación de imágenes con GPT-4o.

Debido a esto, Altman anunció hace unas semanas que OpenAI cambiará la política de exclusión voluntaria de Sora para los titulares de propiedad intelectual. Sin embargo, CODA afirma que el uso de una política de exclusión voluntaria desde el principio puede haber violado la ley de derechos de autor japonesa, declarando:

Bajo el sistema de derechos de autor de Japón, generalmente se requiere permiso previo para el uso de obras protegidas por derechos de autor, y no existe ningún sistema que permita evitar la responsabilidad por infracción mediante objeciones posteriores

Por ello, CODA solicita ahora en nombre de sus miembros que la compañía de Sam Altman "responda sinceramente" a las reclamaciones de derechos de autor de sus miembros, y que deje de utilizar su contenido propio para el aprendizaje automático de sus sistemas de IA sin su consentimiento. Esta petición no solo afectaría a Sora, sino también al uso de propiedad intelectual japonesa como datos de entrenamiento. La solicitud podría marcar un antes y un después en la industria.

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