¿Te gusta la tarta de queso? Pronto podrás imprimirte una. La tecnología impulsa la nueva revolución culinaria
Tras cinco intentos fallidos, los investigadores consiguieron la consistencia que estaban buscando.

Lo bueno de los avances tecnológicos es que, inevitablemente, sus progresos salpican a muchos otros sectores. El mundo está ya completamente virtualizado, y la tecnología está presente en prácticamente todas las industrias del mundo, en mayor o menor medida. En el mundo de la cocina hemos sentido su presencia con nuevos electrodomésticos como los robots de cocina o las freidoras de aire caliente, pero parece que las impresoras 3D también podrían tener un huequecito en nuestras cocinas del futuro.
Esta idea ha sido el epicentro de un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia, en Nueva York. El objetivo era explorar las posibilidades de las tecnologías de impresión 3D aplicadas al sector culinario. Y empezaron con pruebas en uno de los procesos más exigentes y difíciles de la cocina: la repostería.
Con la ayuda de una sofisticada impresora 3D, el equipo de Columbia se propuso preparar una tarta de queso. Primero añadieron los ingredientes a la impresora, que fueron pasta de galleta, mantequilla de cacahuete, mermelada de fresa, Nutella, puré de plátano, polvo de cereza y glaseado. Estaba equipada con un sensor láser capaz de preparar y disponer los ingredientes por capas según los parámetros que los investigadores seleccionaban. Aunque la receta difiera de la receta que tienes en la cabeza, la impresora fue programada para seguirla con gran precisión, y obtuvo resultados que superaron las expectativas del equipo.
Hubo varios intentos fallidos que poco se parecían a una tarta
Pero no salió a la primera. El equipo fue adaptando los parámetros poco a poco, ya que al principio solo conseguía una especie de "noodles" de galleta dispuestos de forma anárquica bajo un tope de mermelada. Sin embargo, tras cinco intentos fallidos, dieron con los parámetros perfectos para que la tarta se imprimiese con cierta consistencia.

Jonathan Blutinger, ingeniero del Creative Machines Lab de Columbia se mostraba muy contento de los resultados en un post en la sección de noticias de la Universidad. Blutinger dice que la tecnología de impresión 3D tiene un rango culinario muy amplio, mucho más allá de los postres:
La tarta de queso es lo mejor que podemos exhibir en este momento, pero la impresora puede hacer mucho más. Con esta tecnología podemos imprimir pollo, ternera, verduras y queso. Cualquier cosa que pueda convertirse en una pasta, líquido o polvo
El resultado final puede no ser la imagen platónica que todos tenemos de una tarta de queso, pero desde luego tiene mérito haber conseguido ese resultado usando solo una impresora 3D. El equipo fue probando las elaboraciones, también en los intentos fallidos, y aseguran que no sabía a nada que hubiesen probado anteriormente:
Estaba bastante buena, pero entendemos que no es una mezcla muy convencional. No somos chefs de Michelín