Descubren una tecnología que permite saber la edad de una persona por sus arrugas

El campo de investigación de la piel ha centrado sus esfuerzos, principalmente, en el tratamiento de las arrugas en la piel. La seña más característica de la madurez en una persona se ha convertido en uno de los focos en los que más inciso se está realizando. ¿Cómo se podría saber, a estos efectos, la edad de una persona?

Contestar a esta cuestión se ha vuelto muy difícil. Al fin y al cabo, muchas variables pueden incidir en la aparición de la clásica señal de envejecimiento. Ahora bien, ¿y si llegase la tecnología al rescate? ¿Podría existir una alternativa que nos permitiese averiguar con seguridad qué edad tiene una determinada persona? Es más, ¿bastaría con una fotografía para descubrirlo?

La Universidad Estatal de Moscú y la startup HautAI OU, una firma con sede en Estonia, han conseguido idear un proyecto que se basa, precisamente, en dar una respuesta a esta pregunta. La denominación PhotoAgeClock se ha convertido en una de las líneas de investigación con un mayor potencial para los próximos años en este ámbito.

Dado que estamos ante un sistema de inteligencia artificial, la inclusión de un mayor número de pruebas no hará más que reforzar los análisis que se realicen en los próximos meses. ¿Cuáles son sus principales cualidades y cómo trabaja esta tecnología? Su nivel de aproximación es lo que le ha permitido colarse como una de las innovaciones más destacadas en este mercado.

Así pues, pasemos a destacar cómo esta herramienta ha llamado la atención de algunas de las principales compañías de cosmética. Su distinción principal radica en focalizar el análisis sobre las comúnmente llamadas patas de gallo. Este proyecto cree que es justo aquí donde tiene lugar la principal variable que peor sabe disimular la verdadera edad de una persona.

Las patas de gallo sirven de chivato a esta innovación

El filtrado de imágenes que utiliza esta opción permite descubrir, con un margen de hasta 3 años, qué edad puede tener una persona. Para ello, se analiza el número de arrugas presentes alrededor del ojo, cuál es la profundidad de estas y cómo es la distancia que hay entre las mismas, entre otras variables visuales. Tras el análisis, mostrará el resultado más próximo.

Esta inteligencia artificial ha basado su diferenciación en centrarse en las patas de gallo. <a href="https://interestingengineering.com" rel="nofollow" target="_BLANK">Interesting Engineering</a>

Tal y como viene siendo habitual, el autoaprendizaje es lo que ha fortalecido la eficiencia de esta tecnología. En este caso, según se puede leer en Interesting Engineering, este programa cuenta con un análisis pormenorizado de hasta 8414 imágenes en alta resolución, las cuales se reparten entre el ojo izquierdo y el derecho.

Como es lógico, todavía cuenta con un margen de error que puede desviarse de la realidad. No obstante, su desarrollo sirve para explicar cómo la inclusión de este tipo de tecnología tiene una larga trayectoria por delante de la mano del autoaprendizaje. La inclusión de una base de datos mayor le permitirá a este sistema incrementar su acierto y poder tener, así, un mayor tirón comercial.

Por otro lado, esta solución todavía no permite descubrir qué persona ha podido someterse a una intervención quirúrgica con el objetivo de reducir arrugas y su protagonismo en las zonas en las que se realiza el análisis de PhotoAgeClock. No obstante, sí que está sirviendo de base para mejorar el análisis en futuros procedimientos de cirugía plástica.

El análisis de las arrugas acorde a las invertenvenciones

Es muy posible que te hayas podido preguntar qué posible práctica se puede realizar en torno a esta tecnología. Los centros especializados en tratamientos de estética serán el principal cliente de este potencial servicio. Al fin y al cabo, el resultado que se busca cuando se acude a esta tecnología es lograr un acabado que sea lo más natural posible, ¿verdad?

Leyendo esto último es muy posible que hayas caído en alguno de los muchos famosos que se han realizado algún que otro retoque. ¿Lo has notado desde el primer momento? La inclusión de tratamientos bruscos no hace más que enfatizar un resultado marcadamente artificial. La disposición de esta tecnología basada en inteligencia artificial cambiará los tratamientos.

¿Por qué? Gracias al análisis de las imágenes se podrá moldear una intervención que sea lo más neutra posible con la piel. De esta manera, se apreciará un cierto rejuvenecimiento, pero no llamará la atención respecto al conjunto del rostro. De hecho, habrá una mayor proporción entre estas arrugas y las que se sitúan, por ejemplo, en el área del cuello.

Habrá que esperar, por tanto, un tiempo para conocer si se mejora el nivel de acierto en los próximos años. Si, finalmente, se observa una correlación positiva, se espera que tenga mucho recorrido comercial en el futuro.