Venturi Astrolab crea un rover para el transporte de personas y carga en la Luna

En plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, se llevaron a cabo programas espaciales que no han vuelto a producirse por el increíble coste que supone. Entre todos aquellos programas, cabe destacar por encima de todos la increíble misión a bordo del Apolo 11. Por primera vez en la historia, el ser humano llegaba a la Luna y daba su primer paseo por la superficie del satélite. Aquel histórico episodio ocurrió el día 16 de julio de 1969.

Mucho tiempo ha pasado desde entonces y, pese a la disposición de tecnología mucho más avanzada que en aquel momento, no se ha llevado a cabo una misión de esta envergadura. Al fin y al cabo, los costes son desorbitados. Pese a ello, ya se están realizando nuevas propuestas para volver a repetir esa hazaña. De hecho, varios son los países que están tejiendo planes muy diversos para lograrlo. La aparición del capital privado, sin duda alguna, tiene gran parte de la culpa.

Alrededor de los programas espaciales han comenzado a tener protagonismo empresas de diferente tamaño con el objetivo de aportar su propio granito de arena. Un buen ejemplo de ello nos lo muestra Venturi Astrolab, una startup que ha venido realizando diversos proyectos consistentes en la producción de elementos de transporte. Como bien sabrás, las condiciones del terreno lunar son dispares a las que habría, por ejemplo, en cualquier entorno urbano del planeta Tierra.

Por esto mismo, es necesario tener en cuenta múltiples propiedades presentes en el entorno del satélite. Esta empresa, conocedora de estas condiciones, ha realizado estudios para crear un potencial vehículo capaz de brindar capacidades de desplazamiento a los futuros astronautas que estén involucrados en las misiones. Se trata, por tanto, de una apuesta muy interesante para entender hasta qué punto nos encontramos ante un entorno con miras a volver a conquistar el terreno lunar.

Veamos, por tanto, en qué consiste el programa creado por esta startup, por qué se trata de una tecnología capaz de revolucionar el transporte espacial y, por supuesto, hasta qué nivel se podrán copiar soluciones de esta clase para mejorar las cualidades dinámicas de los futuros rover. He aquí algunas de sus claves principales.

Un rover adaptado para sortear los obstáculos presentes en el territorio lunar

Lo primero que cabe destacar es su denominación, FLEX. Nos encontramos ante un vehículo modular, es decir, flexible. De este modo, es posible disfrutar de varios de sus elementos con capacidad para cambiar de forma en función de las necesidades presentes en cada momento. De este modo, podrán cargarse sin dificultad toda una serie de elementos que requieran ser analizados a través de un maletero presente en el interior.

Según se puede leer en el portal especializado The Verge, este rover dispone de tecnología autónoma, por lo que podrá volver a una base determinada en cualquier momento mediante una orden. De igual modo, puede ser manejado de forma manual por el operario, lo cual implicará el uso de una serie de comandos presentes en una especie de salpicadero. Se trata, por tanto, de un vehículo que no dista en exceso de lo que podría ser un vehículo todoterreno convencional. Salvando las distancias, eso sí.

Las primeras pruebas han tenido lugar en el desierto de California, cerca del Valle de la Muerte. Cabe precisar que este emplazamiento se encuentra a unas 5 horas de la sede de la empresa en Hawthorne, lo cual demuestra hasta qué punto estamos ante un lugar óptimo para la realización de las pruebas oportunas. La compañía especula que su peso definitivo podría rondar los 500 kilogramos. Aun así, es muy pronto para garantizar este registro, ya que dependerá de otros muchos factores.

Venturi Astrolab ya está probando parte del equipamiento básico de FLEX

FLEX se encuentra en una fase de desarrollo, por lo que aún es pronto para garantizar si se trata de una tecnología con capacidad para desarrollar todo tipo de tareas que implicaría un proyecto de estas características. Aun así, es necesario precisar que por delante deberán realizarse pruebas de gran calado. Entre ellas, cabe destacar la presencia de temperaturas por debajo de los 130 grados centígrados bajo cero, un elemento clave para saber cuál será el rendimiento del rover.

Esta empresa, la cual colabora estrechamente con la NASA, tiene por delante un gran desafío. Para ello, se espera que pueda obtener los suficientes recursos necesarios por parte del erario público, así como la incorporación de ayuda financiera a través de campañas de financiación. Este segundo paso es muy difícil de conseguir, ya que la obtención de retornos de la inversión no son fáciles de conseguir, por lo que el inversor suele no llevar a cabo importantes acciones en este sentido.

Habrá que esperar un tiempo, por tanto, para conocer cuáles son los verdaderos avances del proyecto FLEX. Habrá competencia venida de otros fabricantes como SpaceX. Sin embargo, este proyecto en particular tiene un gran potencial por delante. Y tú, ¿crees que los rovers son una gran apuesta de futuro a la hora de volver a la Luna?