El mundo al revés o de cómo puede crearse una canción a partir de tu forma de bailar

¿Tecnología o arte? Sea como sea, Yamaha revoluciona ambas disciplinas con una nueva y sorprendente utilidad para la Inteligencia Artificial.

El mundo al revés o de cómo puede crearse una canción a partir de tu forma de bailar
Concierto de presentación del proyecto de IA de Yamaha. Yamaha

La Inteligencia Artificial vuelve a sorprendernos, esta vez de la manera más increíble posible: empezando la casa por el tejado. Y es que si recuerdas la última vez que saliste, probablemente entraste a un bar, pediste algo y tu cuerpo empezó a bailar de manera inconsciente al son de la música.

¿Que era un pegadizo reggaeton? Entonces seguramente moviste tus cadera. ¿Algo de rock? Tu cabeza asentía rítmicamente. Pues bien, Yamaha nos propone algo completamente distinto empleando la IA: generar una canción por la forma en que te mueves.

La firma japonesa es conocida por su buen hacer en la música: teclados, guitarras, baterías... ¡incluso motos! Otra cosa no, pero los nipones son bastante versátiles, si bien todos sus productos tienen algo en común: son de una calidad bastante buena. Con una dilatada trayectoria de más de un siglo, ahora Yamaha se sumerge en el apasionante mundo de la Inteligencia Artificial.

La IA abre las puertas a una nueva disciplina artística

Dado su buen hacer con los instrumentos, no es de extrañar que esta inmersión tenga en sus frutos algo tan único. Hace apenas unos días que la Yamaha Corporation anunció en su web había aunado tecnología y arte de una forma de lo más singular: logrando que la Inteligencia Artificial hiciera una pieza musical con una coreografía del bailarín de fama internacional Kaiji Moriyama. Y además fue en vio y en directo.

Es decir, que Moriyama ejecutaba con precisión sus movimientos y mientras tanto la Inteligencia Artificial hacia lo propio al piano. De este modo, Yamaha proporcionaba una respuesta técnica que traducía los movimientos humanos del bailarín a notas musicales mediante la Inteligencia Artificial.

Este peculiar concierto tuvo lugar en Tokio el 22 de noviembre de 2017, bao el título Mai Hi Ten Yu. Entre los organizadores, la firma nipona y la Universidad de las artes de Tokio.

Así, se podría decir que Moriyama "dibujó" una actuación única perfectamente sincronizada al piano. Además la filarmónica de Berlín acompañó en este bello experimento que demuestra que, además de ayudarnos detectando el Alzheimer o, en una faceta mucho más artística escribiendo Juego de Tronos emulando a George R.R. Martin, la IA es otro instrumento más para crear arte. Y así es tal y como se lo plantea Yamaha, que cree firmemente que se ha logrado una nueva forma de expresión artística para plasmar la creatividad humana.

¿Cómo funciona este traductor musical?

Aunque todavía se encuentra en desarrollo, Yamaha ha explicado su funcionamiento. Al parecer el software sería capaz de identificar los movimientos del bailarín en tiempo real gracias a cuatro tipos de sensores adheridos al cuerpo del artista.

El sistema cuenta con una base de datos que asocia melodía y movimientos y, mediante la asociación de ambos, la Inteligencia Artificial crea una melodía que se ajuste instantáneamente a lo que el bailarín hace, creando unos datos melódicos MIDI que son transmitidos a un piano Yamaha llamado Yamaha Disklavier™, el que emite los correspondientes acordes.

El mundo al revés o de cómo puede crearse una canción a partir de tu forma de bailar

Así es como funciona la IA musical de Yamaha. <a href="https://www.yamaha.com" rel="nofollow" target="_BLANK">Yamaha</a>

Desgraciadamente, no vale cualquier teclado. El Yamaha Disklavier™ es fundamental porque es capaz de reproducir un rico rango de sonido con precisión extrema. Está claro que no es algo que a priori vaya a comercializarse, pero sí que abre una nueva puerta artística que quizás nos permita disfrutar de música creada a través del movimiento. No solo del baile, sino también de otras actividades como por ejemplo correr.

Esperamos ansiosos un nuevo concierto de esta tecnología única y por supuesto, que haya un magnífico bailarín detrás. No me quiero ni imaginar la melodía tras unos bailes arrítmicos y torpes. Conmigo Yamaha lo tendría crudo.

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