He usado el motorola edge 60 durante semanas y... ha cambiado mi opinión sobre la gama media
El Motorola Edge 60 llega como una opción de gama media que quiere destacar por su equilibrio y por ofrecer más de lo que esperas a su precio. No es un tope de gama, pero sí un móvil que te puede sorprender si buscas buen diseño, buena pantalla y autonomía, sin dejarte un dineral.
Lo primero que notas es que es ligerísimo, apenas 179 gramos, y con una trasera de cuero vegano que no solo se ve bien, sino que se siente agradable al tacto. El tamaño está muy bien conseguido y la pantalla curva le da un toque premium. Tenemos un panel pOLED de 6,7 pulgadas con resolución alta, 120 Hz y un brillo que aguanta sin problemas bajo el sol, llegando a picos de 4.500 nits. La batería sube a 5.200 mAh, con carga rápida de 68 W, así que no hay dramas para pasar el día. El rendimiento, con su procesador de gama media, es fluido en el día a día, y el software de Motorola es limpio, sin bloatware y con algunos gestos y funciones propias que mejoran la experiencia.
En cámaras no revoluciona nada, pero cumple: fotos nítidas de día, modo nocturno aceptable y vídeo decente para su rango. La cámara principal es solvente, la ultra gran angular pierde algo de calidad y la frontal es más que suficiente para redes sociales. Además, tiene detalles que se agradecen como resistencia IP68 al agua y al polvo, algo poco común en su segmento, y altavoces estéreo con buen sonido.
En resumen, el Edge 60 es un gama media muy redondo si lo compras por debajo de los 300 €. Ligero, bonito, con buena batería y pantalla, y sin capas pesadas de software. No es para jugar a lo loco ni para buscar la mejor cámara del mercado, pero sí para quien quiere un móvil cómodo, duradero y equilibrado sin romper la cartera.