iPhone 17 Pro vs iPhone 16 Pro, ¿vale la pena cambiar?
Lo que parecía una generación continuista entre iPhone 16 Pro y iPhone 17 Pro al final no lo es tanto. Llevo un año con el 16 Pro como móvil principal y tras convivir con los 17 Pro y 17 Pro Max me he encontrado una evolución con luces y alguna sombra, pero evolución al fin. El cambio más evidente está en el diseño: Apple abandona el titanio y vuelve al aluminio, con una trasera de doble acabado donde el vidrio queda “encastrado” para mantener MagSafe. Hay nuevos colores más atrevidos y un chasis más grueso y pesado, y no es casualidad: dentro hay baterías algo mayores y, sobre todo, cámara de vapor para controlar temperaturas. No es un diseño perfecto, a mí me sigue generando dudas estéticas, pero en mano se percibe más cómodo que el 14 Pro y, en conjunto, tiene sentido por lo que gana en térmicas.
En cámaras, donde muchos esperábamos “lo de siempre”, hay matices. La principal repite hardware y mejora por procesado: mejor detalle y una exposición menos dada a quemar altas luces, aunque Apple aún se calienta en escenas concretas. El ultra gran angular continúa siendo el eslabón flojo para lo que cuestan estos móviles; se nota algún ajuste, pero sigue lejos de lo que debería. El salto real llega en el teleobjetivo: pasamos del 5x de 12 MP del 16 Pro a un 4x de 48 MP con un “zoom in-sensor” que aprovecha la parte central del sensor para ofrecer un 8x muy utilizable y empujar hasta 40x digitales con menos barro que antes. En comparativas serias, a 4x, 8x o 20x, el 17 Pro entrega más limpieza y consistencia, y en retratos se aprecia un bokeh más natural. La frontal es, directamente, la gran sorpresa: de 12 a 18 MP con sensor cuadrado que permite reencuadrar vertical u horizontal sin girar el móvil, mejor rango dinámico y menos artefactos en piel y barba. Para creadores que graban con la delantera, es oro.
En vídeo, ambos siguen en la élite, pero el 17 Pro añade capas para quien realmente las va a exprimir. El nuevo Apple Log 2 está mejor afinado, hay ProRes RAW, formato Open Gate para capturar todo el sensor y margen de reencuadre, y soporte de vinculación con grabación a SSD externo. Son funciones Pro de verdad: potentes y también exigentes en flujo de trabajo y almacenamiento. Si solo grabas en SDR/4K y editas rápido, la diferencia no te cambia la vida; si colorizas y montas en serio, apreciarás el salto.
La pantalla sube el pico de brillo a 3000 nits, algo que se nota bajo sol directo, y añade un recubrimiento antirreflejos discreto pero útil; el LTPO sigue dando la talla. Ojo: el brillo “sostenido” puede medir más bajo que en el 16 Pro, pero el pico salva lecturas en exterior. En rendimiento, el A19 Pro mejora en benchmarks, aunque en el día a día la diferencia es mínima porque el 16 Pro ya iba sobrado. El detalle práctico está en el almacenamiento base: ahora 256 GB en el 17 Pro frente a 128 GB en el 16 Pro más barato; si vas a grabar 4K120 o tirar de RAW, esto no es un capricho. En batería tengo la sensación agridulce: la cámara de vapor mejora el rendimiento sostenido y baja más progresiva, pero mi media de horas de pantalla ha sido mejor en el 16 Pro. A cambio, la carga sí progresa: 50% en 20 minutos, manteniendo MagSafe/Qi2.
¿Entonces, merece la pena? Si vienes de un 16 Pro/Pro Max o incluso de un 15 Pro, mi respuesta es que no salvo que valores muchísimo el nuevo tele 4x, la frontal renovada y las funciones Pro de vídeo. Si llegas desde un 14 Pro o anterior, el salto en comodidad, térmicas, pantalla y cámara sí se nota. Y si dudas entre un 17 Pro y un 16 Pro a igual 256 GB, yo pondría el listón del ahorro en 200–250 € para justificar ir al antiguo; jamás compraría un Pro de 128 GB hoy. En paralelo, no me olvido del iPhone 17 “a secas”: este año es la compra sensata para la mayoría, porque ha dado el salto clave en pantalla y mantiene una experiencia muy redonda sin entrar en guerras de workflow. Mi veredicto final es que el iPhone 17 Pro es un “paso corto en casi todo” que, sumado, hace mejor producto; si eres usuario Pro, adelante. Si no, mira precios, piensa en tu uso real y, sinceramente, quizá te compense más el 16 Pro bien rebajado o directamente el 17 estándar.