Pixel 10 Pro vs Pixel 10, ¿vale la pena el salto al Pro?
Cuando salen los nuevos tope de gama siempre nos asalta la duda de si merece la pena pagar más por el modelo Pro frente al base, y con los Pixel 10 la historia se repite. Tras usarlos como móvil personal, mi sensación es clara: hay diferencias reales, pero no tantas como para todo el mundo. El Pixel 10 Pro parte de 1.099 € en su versión de 16 GB de RAM y 128 GB, mientras que el Pixel 10 arranca en 899 € con 128 GB. Esos 200 € de diferencia son el filtro por el que hay que mirar toda la comparativa: si las mejoras te importan, tiene sentido; si no, el ahorro pesa mucho.
En mano son dos móviles prácticamente idénticos: 6,3 pulgadas, líneas planas, módulo de cámara horizontal y sensación premium por los cuatro costados. Cambian los acabados; el Pro combina laterales cromados y trasera mate que disimula mejor las huellas, mientras que el Pixel 10 apuesta por laterales mate y vidrio trasero más brillante. Ojo a los colores: el azul índigo del 10 mancha menos que el obsidiana, y en el Pro tienes opciones como jade o porcelana para los que quieran algo menos sobrio. En pantalla está una de las diferencias que cuentan pero no definen: el Pro monta un panel Super Actua LTPO OLED con refresco adaptativo 1–120 Hz y más nitidez; el Pixel 10 se mueve entre 60–120 Hz. En el día a día lo notas en la eficiencia más que en la calidad bruta: el Pro administra mejor los hercios y rasca autonomía.
La seguridad va perfecta en ambos con lector de huellas bajo pantalla y desbloqueo facial. En sonido, el salto frente al Pixel 9 no me parece dramático y sigo echando en falta un pelín de potencia en los altavoces; con auriculares la experiencia es muy buena. En batería, empate técnico: 4.970 mAh para el 10 y 4.870 mAh para el Pro, con una jornada larga sin apuros y hasta día y medio si vas suave. La carga rápida es de 30 W en ambos, alrededor de hora y media al 100% y ~55% en 30 minutos con el cargador oficial. Buen punto para los dos con la carga inalámbrica Qi2 (Pixel Snap) a 15 W y, ojo, mérito especial del base porque es el primer Pixel “no Pro” con esta tecnología.
En rendimiento no hay drama ni sorpresas: comparten Tensor G5, se sienten igual de fluidos y el Pro solo saca pecho cuando aprietas con multitarea intensa gracias a sus 16 GB de RAM frente a 12 GB del 10. El almacenamiento del Pro escala hasta 512 GB y 1 TB, pero para la mayoría 256 GB sobran si usas la nube. Si lo tuyo es exprimir potencia bruta, honestamente miraría antes a un Xiaomi 15, Samsung S25 o al próximo iPhone 17; aquí el enfoque es más de experiencia que de récords. En software van de la mano: Android 16 puro, muy fluido y personalizable, con widgets, colores de sistema y un paquete de IA que suma valor real: Magic Cube, asistente de cámara, Super Res Zoom, edición por texto, traducción con tu propia voz y el nuevo Pixel Journal.
Las cámaras son el punto donde el Pro se gana el apellido. En el Pixel 10 Pro tienes principal de 50 MP, ultra gran angular de 48 MP con macro y teleobjetivo de 48 MP 5x, con zoom digital hasta 100x apoyado por Super Res Zoom. El Pixel 10 mantiene una principal de 48 MP con macro, ultra gran angular de 13 MP y tele 10,8 MP 5x, con zoom digital hasta 20x. En la práctica, si te encanta el zoom, el Pro gana de calle desde 5x por detalle y limpieza; también en la frontal, con 42 MP frente a 10,5 MP, se nota de noche. En color y procesado, el Pixel 10 tiende a azulear más el cielo y a ser más agresivo; el Pro resulta más natural. En vídeo, ambos clavan el 4K a 24/30/60, y el Pro añade 8K, que honestamente ocupará mucho y no te cambiará la vida salvo que seas pro.
Mi veredicto es sencillo: el Pixel 10 Pro es para quien exprime la cámara, quiere más RAM y valora una pantalla LTPO más eficiente; si esa eres tú, los 200 € extra se justifican. Para el 99% que busca fluidez, autonomía sólida, mismas funciones de IA, diseño premium y teleobjetivo sin dejarte un riñón, el Pixel 10 es la compra lógica y, para mí, la mejor relación calidad-precio de la familia. Que además sea el primer base con tele y Qi2 le da puntos extra y, sí, es el que yo me compraría.