Una SEMANA con el Pixel 10 Pro, ¿han dado con la clave según Gemini?
El nuevo Pixel 10 Pro llega como una apuesta fuerte dentro de la gama alta de Android, combinando potencia, diseño compacto y funciones exclusivas de Google. La idea es sencilla: ofrecer un móvil que convenza tanto a los que buscan cámaras de primera como a quienes valoran batería, pantalla y software a largo plazo. Toca poner a prueba este nuevo Pixel 10 Pro, un móvil que llega con muchas expectativas. La idea es sencilla: ver si realmente cumple con lo que su propia IA recomienda y comprobar si Google ha sabido equilibrar potencia, diseño y experiencia de uso.
En fotografía, el Pixel sigue siendo una referencia: gran cámara principal, ultrangular muy fiable y un teleobjetivo que ahora rinde mucho mejor, con zoom hasta 30x y la nueva función Pro Zoom por IA. El vídeo es correcto, aunque el famoso “Video Boost” resulta poco práctico al depender de la nube. La batería, con casi 5.000 mAh, es buena pero no sorprende, y aunque incluye carga rápida y el nuevo estándar Qi2, el peso del móvil juega en su contra. En rendimiento destaca el procesador Tensor G5, pensado para IA, que ofrece funciones exclusivas de edición y traducción, pero sigue arrastrando problemas de calentamiento y cobertura.
El almacenamiento es el punto más flojo: parte en 128 GB, insuficiente a medio plazo, aunque la versión de 256 GB sí encaja con sus siete años de actualizaciones. Donde brilla sin dudas es en la pantalla: panel de 6,3 pulgadas con tasa de refresco variable y picos de brillo de 3.300 nits, que se coloca entre las mejores del mercado. Todo ello en un formato compacto y premium, poco habitual en Android.
En conclusión, el Pixel 10 Pro me ha dejado una sensación muy positiva porque es de esos móviles que ofrecen una experiencia premium de verdad en un formato compacto, algo que casi nadie más hace en Android. Las cámaras son de lo mejor del mercado, la pantalla es espectacular y el software está asegurado durante siete años, lo que da mucha confianza. Eso sí, ojo con el modelo de 128 GB porque se queda corto muy rápido; la versión de 256 GB es la que realmente merece la pena. Si apuestas por ella, tendrás un móvil equilibrado, potente, cargado de funciones de inteligencia artificial y con una vida útil muy larga.