Xiaomi 15T review, ¿son capaces de seguir reinando la gama media?
El Xiaomi 15T llega como una propuesta muy clara dentro de la gama media: ser ese móvil equilibrado, pensado para el usuario que busca un poco de todo sin tener que gastar demasiado. Y lo cierto es que Xiaomi ha aprendido de los errores pasados en la serie T, porque este modelo corrige varias de las críticas históricas y pule apartados que antes quedaban por detrás. Sin embargo, también hay que decirlo: no es un terminal pensado para deslumbrar con potencia bruta, sino más bien para convencer por su consistencia global. Tras unas semanas de uso, la conclusión es que estamos ante uno de los móviles más redondos en relación calidad-precio, aunque no el más espectacular.
Lo primero que llama la atención es el diseño. Xiaomi se ha esforzado en dar un aire más premium con un módulo de cámara trabajado, biseles cuidados y colores que buscan destacar, como el Gold. A pesar de estar fabricado en plástico, el 15T transmite buenas sensaciones, pesa solo 194 gramos y mantiene un grosor de 7,5 mm, lo que lo hace ligero y cómodo en mano. Cuenta además con certificación IP68, un detalle que cada vez más usuarios esperan en este rango. Si bien no va a ser el más elegante de su categoría, sí supone un salto adelante respecto a generaciones anteriores.
La pantalla es uno de sus grandes puntos fuertes. Con 6,83 pulgadas, resolución 1,5K, refresco de 120 Hz y un pico de brillo de 3.200 nits, Xiaomi se ha colocado entre los mejores del segmento. Es un panel luminoso, ideal tanto para exteriores como para contenido multimedia, protegido además con Gorilla Glass 7i. Si a eso le sumamos que viene con HDR y que la experiencia visual es consistente, podemos decir que en este apartado la marca ha hecho un trabajo excelente. Pocas pegas se le pueden poner a la pantalla en su rango de precio.
En el terreno de las cámaras, Xiaomi ha trabajado de la mano de Leica, y el cambio se nota. El sensor principal de 50 MP Luma Fusion 800 ofrece un rango dinámico amplio, buena interpretación de color y detalles finos incluso en escenas complicadas. El ultra gran angular de 12 MP sorprende para bien, un apartado donde históricamente Xiaomi había flojeado. El teleobjetivo de 2x, en cambio, es el punto más cuestionable: cumple, pero parece más un añadido por catálogo que una necesidad real, especialmente teniendo en cuenta que con recortes del sensor principal se podían obtener resultados similares. Aun así, el apartado fotográfico en general es muy sólido, con vídeo en 4K 60 fps en la mayoría de lentes y buena estabilización. La cámara frontal de 32 MP cumple, aunque en condiciones difíciles puede mostrar debilidades en color y detalle.
El rendimiento es correcto, aunque aquí Xiaomi no ha querido arriesgar. El Dimensity 8400 Ultra ofrece solvencia en tareas cotidianas, pero no es el más optimizado en la gama media-alta. Hay momentos donde se percibe cierta pereza en las transiciones o al exigir más al sistema. Con HyperOS 2.0, la experiencia mejora en personalización y ecosistema, pero se sigue notando que falta ese toque extra de fluidez que otros rivales ofrecen. Aun así, para la mayoría de usuarios no será un problema grave: es un dispositivo pensado para acompañar en el día a día, no para récords en benchmarks.
Donde sí cumple de sobra es en autonomía. Con 5.500 mAh, el Xiaomi 15T ofrece un día y medio de uso sin despeinarse, con unas 5-6 horas de pantalla de manera consistente. La carga rápida de 67 W completa la batería en menos de una hora, aunque se echa en falta la carga inalámbrica, algo que su hermano Pro sí incluye. En este rango de precio, no es un defecto grave, pero sigue siendo un extra que hubiera sumado puntos.
El veredicto es claro: el Xiaomi 15T es uno de los móviles más equilibrados de la gama media actual. No es perfecto, porque su teleobjetivo de 2x aporta poco, el procesador no está tan optimizado como debería y HyperOS todavía necesita pulirse. Pero al otro lado de la balanza tenemos una gran pantalla, un sistema de cámaras fiable con el sello de Leica, un diseño ligero y cómodo, autonomía generosa y una carga rápida competitiva. Lo más importante: es un terminal que encaja en el bolsillo de la mayoría, sin exigir sacrificios grandes. Frente a rivales como el OPPO Reno 14, el Pixel 9a o el Nothing Phone 3a Pro, este Xiaomi se sitúa como una opción muy inteligente, capaz de convencer al usuario que quiere un móvil para todo sin complicarse demasiado. En definitiva, un acierto de Xiaomi dentro de una serie T que, con el 15T, parece haber encontrado su mejor versión.