El "fake" del remake, una estrategia comercial

Seguro que muchas y muchos os habréis preguntado ¿por qué tanto "remake" y tanta remasterización, pero tan poco juego original? Bien, lo más posible es que, salvo contadas excepciones, nos encontremos ante una estrategia comercial.

El "fake" del remake, una estrategia comercial

Nos detendremos a analizar si los remakes y las remasterizaciones que tanto abundan hoy en día en los videojuegos son, como pueda intuirse, una estrategia comercial de las compañías para aumentar ventas y paliar la falta de videojuegos originales que les catapulten al éxito.

Primero, antes de nada, cabe tener en cuenta que remake y remasterizaciones son dos conceptos diferentes.

Mientras que un remake es un videojuego hecho desde cero partiendo de la idea del videojuego original (o modificándola levemente), una remasterización no es más que un "lavado de cara" o una adaptación de un juego de generaciones pasadas a las nuevas resoluciones.

Un ejemplo de un remake sería el nuevo Shadow of the Colussus que llegará, esperemos, a la PS4 en el próximo año.

Sin embargo, un remaster (o remasterización) podría ejemplificarse con la adaptación a la alta definición de Castle of Illusion.

Evidentemente, como puede comprobarse, no son la misma cosa, pero ¿está la industria tan falta de ideas y de ventas que ha de ahogarnos con tanta gloria pasada?

Ser original no lo es todo

Es cierto que la falta de juegos originales, o que no beban directamente de otros juegos que "lo petan" de tanto en cuanto, es patente. Es muy posible que por esta razón, la industria recurra al remake/remaster como una forma de no perder ventas.

Como alega Christina Legler desde The Artifice, cuando los desarrolladores son conscientes de que no hay ideas frescas u originales que puedan proporcionar unas buenas ventas de base, es cuando recurren a remasterizar o a rehacer juegos que son muy queridos por los gamers.

La falta de originalidad ha generado un abuso de la remasterización de los clásicos

Concordamos con Legler en que, obviamente, algunos de estos remakes y remasters son, primordialmente, exigidos por los fans de una saga o un videojuego determinado, siendo la industria la que, en este caso, satisface una demanda que sí existe.

Tal es el caso del ansiadísimo remake de Final Fantasy VII, que desde hace ya muchísimos años, ha sido uno de los juegos más reclamados para ser resucitado del baúl de los recuerdos.

Parece que Square-Enix por fin ha escuchado las plegarias de sus acérrimos seguidores y, en lugar de simplemente realizar un lavado de texturas, recreará el juego desde cero, para mayor sorpresa y delicia de los fans.

Pero no todo es servir al "populacho" y sus peticiones plañideras. La gran cantidad de remasters en alta definición de juegos que incluso no han generado un impacto en la industria, campan a sus anchas.

De esto se hace eco Chris Hodges desde Screen Rant, que nos propone una buena lista de videojuegos recocinados o remasterizados que, a priori, no eran de gran interés, y cuyo resultado final tras la transformación fue más bien mediocre.

¿Esto es malo o bueno para el futuro de las videoconsolas y el PC? ¿Es necesario remasterizar lo que aún ha sido novedad escasos meses atrás?

Una cirugía digital que sale muy cara

Creemos que los casos más sangrantes en las remasterizaciones, son aquellos que se hacen con un fin única y exclusivamente lucrativo.

Los mejores ejemplos de esto son los últimos hits de PS3 como el reboot de Tomb Raider o el aclamado The Last of Us, que llegaron a PS4 con unos gráficos y efectos mejorados, pero que, de ninguna forma, podrían llegar a valer los 60 euros a los que se han llegado a vender. Y si no nos creéis, ¡dentro vídeo!

Pero, ¿estamos locos? Pues parece que sí lo estamos, tanto las compañías, que lo hacen a sabiendas, como nosotros, los consumidores, que terminamos por adquirir dos juegos exactamente iguales con diferencias nimias.

Y la cosa no se queda en que esto sea una treta o engaño por parte de las compañías hacia los consumidores para engrosar sus arcas.

La industria corre un gran peligro de mantenerse esta estrategia

Desde Game Skinny, Marc Hollinshead nos comenta que esta práctica está dañando a la industria del videojuego, haciendo que en lugar de innovar e ir en busca de nuevos horizontes, se detenga en lo ya realizado para sacar un simple rendimiento económico.

¿Puede esto afectar a la visión que tienen los consumidores del panorama "videojueguil" o, por el contrario, es algo que sólo afectará a la propia industria internamente?

Una autoimplosión con fecha inexacta

Evidentemente, la industria del videojuego no está precisamente de capa caída en estos momentos, aunque se note que hay una cierta falta de juegos innovadores para las nuevas plataformas, lo que hace que los consumidores se resientan y las ventas no acompañen.

A pesar de que esta práctica del remake/remaster no es algo que se limite a nuestros días, si no que ya viene de mucho antes, como bien explican desde Cinelinx, sí es verdad que en estos últimos años el repunte de refritos en alta definición es mucho más elevado.

Es necesario recapacitar sobre el estado del mercado, potenciando la innovación

Si esta tendencia continúa al alza, la cantidad de juegos originales será tan nimia (aunque esperamos que siempre podamos contar con la genialidad de Nintendo) que nos veremos obligados a rejugar ad infinitum lo que ya habíamos jugado un año atrás.

Esto sería terrible, pues los consumidores terminarían por cansarse de retomar de nuevo un título que ya está más que masticado, como si de una canción de reaggeton se tratase.

Por no hablar de que un elevado número de remakes y de remasterizaciones, como la de Duck Tales, están tan pobremente adaptadas que se hace complicado disfrutarlas de nuevo a pesar de lo "preciosista" de sus nuevas interfaces gráficas.

Lo que podría ocurrir, y sería, probablemente, el peor de los escenarios posibles, es que la industria termine por implosionar de forma interna, ya que si no hay suficiente capital, los puestos de trabajo irán siendo cada vez menos numerosos y, finalmente, las ejecutivas tendrán que declararse en bancarrota.

De todas formas, esta segunda opción es menos plausible. Queremos pensar que las compañías sabrán percatarse de la sobreexposición a la que someten a los consumidores con tantos remakes y remasters.

Esperamos que sean capaces de recapacitar y, como ocurre con empresas como Bioware y Nintendo, hagan que la industria patrocine más juegos interesantes e innovadores, que nos lleven y transporten a cualquier otro lugar, lejos de los grandes éxitos que ya han cosechado su triunfo.

Y vosotros, ¿sentís que ya es hora de que nos impresionen con juegos más originales e innovadores?

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!