Amor a primer chispazo: cuando te enamoras de tu asistente virtual
¿Estás contento con los chatbots y los asistentes virtuales? ¿A menudo te sorprendes flirteando con ellos? No es tu culpa, es su empatía.

La Inteligencia Artificial ha llegado a nuestras vidas para quedarse: lo mismo son capaces de deleitarnos con la galleta de chocolate perfecta que nos aterrorizan convirtiendo nuestra vida en una especie de Minority Report, esto es, descubriendo nuestros delitos antes incluso de que los cometamos.
Y es que las posibilidades de la IA no tienen límites y centrada en el usuario, pueden hacernos la existencia mucho más fácil. Un ejemplo de Inteligencia Artificial que nos ayuda enormemente son los chatbots, esas máquinas capaces de ayudarnos a realizar un pedido, proporcionarnos información bancaria...en definitiva, actuar como servicio de atención al cliente.
¿Quién no ha flirteado Siri alguna vez en su vida?
De acuerdo con los expertos, estos servicios de mensajería han despegado en el último año y cada irán a más. Pero como con todo, hay que tener cuidado con los límites. Porque reconócelo: tú también has intentado ligar alguna vez con ellos, o incluso trolearlos. ¿Pero qué pasaría si fuera al revés?

No estamos para bromas cuando tenemos una duda bancaria. Daily Mail
Inteligencia artificial...¿o inteligencia emocional?
Con los chatbots todo son ventajas: nos permiten contar con atención al cliente las 24 horas del día, 7 días a la semana y 365 días del año. Además siempre están mejorando y tienen todo el conocimiento sobre la materia al alcance de su base de datos.
Los de nuestros móviles por ejemplo nos pueden ayudar a tareas tan diversas como subir el volumen, conectar la alarma, llamar al fontanero o incluso pedir una pizza. Pero a veces fallan a la hora de contextualizar y entender la naturaleza de la situación. No les culpemos: solo son máquinas. Y además, incluso nosotros a veces tenemos problemas en el lenguaje escrito instantáneo. Cosas del siglo XXI.
Para evitarlo algunas firmas han implantado algunas herramientas de comunicación actuales como los emoji, solo que no han funcionado tan bien como pensaban en un principio.
Sheri Rhodes de Western Union lo argumenta en Daily Mail:
Los emoji no comunican nuestro nivel de confianza y sensibilidad a los clientes. No es momento de ser mono o divertido. Simplemente no nos funcionan.
Y es que no es lo mismo usar un chatbot para pedirle algo y que tenga un éxito moderado como puede ser pedirle que active el Wi-Fi de nuestro móvil que lidiar con uno de ellos cuando tenemos un problema con nuestro banco. Ahí no estamos de humor para bromas e ineficiencia.
Microsoft cuenta con un proyecto de chatbot que emplea IA para responder en su Call Center. Tú llamas, le cuentas tu problema y él responde con sugerencias del manual o documentos de ayuda. Vamos, nada que no pudieras hacer tú leyendo (aunque no lo hagas).
Algo parecido ha desarrollado Facebook con su asistente digital llamado M, que nos sugiere acciones en la plataforma Messenger al más puro estilo del ya mítico clip del pack Office.
Robots de lo más cariñosos
Y es que trabajar de cara al público no es sencillo, por eso es normal que estas herramientas sean dulces y amables con nosotros.
Sin ir más lejos existe un proyecto de chatbot que ayuda a enfermos terminales a prepararse para ese fatídico día de forma muy práctica: preparar el funeral, testamentos, etc. Este proyecto ha sido diseñado por un equipo conformado por doctores, técnicos y científicos para ayudar a personas a las que les queda menos de un año de vida, según explica New Scientist. ¿Cómo no ser delicado en este asunto?
Inteligencia Artificial y humanos: la chispa del amor
Además, con una sociedad cada vez más individualista, aislada y tecnológica, ¿cómo no ser consciente del potencial que existe en las personas que necesitan cariño y atención?
Rob Alexander, CEO de Capital One Financial Corp, explica al Wall Street Journal que las personas sabemos apreciar esas muestras de dedicación y las devolvemos, aún sabiendo que son máquinas:
Los chatbots son bien recibidos por los usuarios, mostrando su agradecimiento con emojis, dando las gracias...¡incluso proposiciones de matrimonio!
Otra iniciativa de lo más curiosa es Woebot, un proyecto que ayuda a la gente con problemas mentales a través del Facebook Messenger. ¿Su misión? Ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Puede parecer sorprendente, pero el Woebot ya cuenta con más de dos millones de conversaciones a la semana. La siguiente pregunta es: ¿quién tiene acceso a toda esa información revelada?