Las criptomonedas no levantan cabeza: otra gran ciudad que directamente prohíbe la minería cripto

Las criptomonedas consumen grandes recursos energéticos y, por ello, cada vez está popularizándose la limitación de la minería.

Las criptomonedas no levantan cabeza: otra gran ciudad que directamente prohíbe la minería cripto
Un rig de minería ha perdido valor en el último año debido al incremento del coste energético. Imagen: Diario Crítico
Publicado en Web3

Las criptomonedas están viviendo una fuerte corrección desde hace un año. Muchos son los problemas que está viviendo este sector tecnológico y relacionado con la inversión y, sin duda alguna, el mejor ejemplo de ello es la reciente descapitalización del exchange FTX. El Bitcoin y resto de valores digitales no levantan cabeza y, nuevamente, acaban de ser azotados por la regulación que está llevando a cabo Nueva York, Estados Unidos. Una nueva ley limitará el establecimiento de plataformas de minería.

Desde la aparición del Bitcoin hace más de una década, uno de los problemas que más se ha achacado a esta industria es el alto coste energético que supone para el problema. Al fin y al cabo, nos encontramos ante millones de ordenadores conectados a la red tratando de resolver difíciles problemas matemáticos. El objetivo de ello es dar una respuesta para legitimar una transacción y, por tanto, recibir una porción de criptomoneda por los servicios prestados. Así es, grosso modo, cómo funciona este elemento fundamental de la tecnología blockchain.

Veamos, por tanto, cuáles son las claves para entender la regulación que ha sido introducida en Nueva York, por qué puede desincentivar la minería de criptomonedas y, por supuesto, hasta qué punto se puede extender este tipo de legislación en todo Estados Unidos y resto de países. Desde hace un año, ante el boom que experimentó el mercado cripto, se ha puesto el foco en un sector que huye de la centralización y que aboga por un control de las finanzas personales sin dar cuenta a los Estados.

La minería de criptomonedas no está viviendo su mejor momento

Los costes de la minería de criptomonedas se han disparado. De hecho, cada vez resulta menos rentable conforme suceden los meses. Por un lado, el precio de la energía ha crecido de forma exponencial respecto al que había presente, quizás, hace un año. Al mismo tiempo, la cotización de estos activos digitales se ha hundido, por lo que las recompensas son menores. Y, por si todo ello fuera poco, el código inserto en monedas como Bitcoin tienen implícito un sistema de retribución más reducido conforme pasa el tiempo. Parece que la minería de criptomonedas está muriendo, pero podría volver a ser lo que fue.

Es un sector que llama la atención debido, sobre todo, a la nula necesidad de personal, uno de los principales componentes del costes que posee una empresa media. Al fin y al cabo, únicamente se requiere ordenadores y, en determinados casos, tarjetas gráficas, para llevar a cabo la minería. El coste energético es el otro pilar que conforma el área de los gastos que supone esta actividad. Entonces, ¿por qué está siendo regulado? El daño medioambiental tiene la explicación.

De acuerdo con la información de la CNBC EL gobernador Kathy Hochul ha aprobado la prohibición de una gran parte de la minería de Bitcoin y resto de valores digitales. Es una medida en la que hay una única excepción. Se podrá minar criptomonedas, únicamente, si se demuestra que la energía utilizada proviene directamente de fuentes de energía renovables. De esta manera, se pretende reducir el consumo de combustibles fósiles en este sector.

Esta regulación en el sector tendrá un periodo mínimo de aplicación de 2 años. Esta medida no afectará a la compra de bitcoin de forma y sin riesgo, pero sí amenaza la propia concepción de esta moneda digital. De hecho, se están observando movimientos dentro de la industria con el objetivo de reducir la huella de carbono. El mejor ejemplo de ello nos lo muestra Ehereum, cuyo modelo paso de un sistema Proof-of-Work, basado en la minería a uno Proof-of-Stake, el cual no requiere que millones de ordenadores estén conectados entre sí. Eso sí, sin mucho éxito en términos de cotización.

La medida introducida por Nueva York no es nueva. De hecho, en los últimos meses hemos visto movimientos similares más drásticos, tales como la prohibición de la minería en países como China, cualquiera que fuere la fuente de energía utilizada.

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