Los profesores ya saben cómo evitar que sus alumnos copien usando ChatGPT: haciendo exámenes orales y utilizando IA
El bolígrafo y el papel no engañan o, al menos, lo hacen mucho menos

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse. Las grandes compañías tecnológicas están desarrollando sus propios sistemas, buscando ser el referente para los usuarios. De momento, la que lleva la voz cantante es OpenAI con su bot conversacional ChatGPT. El motivo es simple: fue de los primeros en llegar, por lo que quitarle el trono va a ser muy difícil (que se lo digan a WhatsApp).
Si bien el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, dijo recientemente que deberíamos moderar nuestras expectativas en torno a la IA, lo cierto es que mucha gente alrededor del mundo la utiliza en el día a día para desarrollar su trabajo (y no solo para crear imágenes con el estilo de Studio Ghibli, lo que llevó a Sam Altman a limitar dicha función para evitar que se «derritiesen» sus GPU).
Como en todo, la inteligencia artificial y ChatGPT tienen sus cosas buenas y malas. Una de las peores es que se ha vuelto la herramienta favorita de los estudiantes para hacer sus trabajos. Es tan difícil de detectar por los profesores que varias escuelas de Nueva York tuvieron que prohibir el uso del bot conversacional. No obstante, el personal docente ya sabe cómo combatir las trampas de la IA: con trabajos escritos a mano, exámenes orales e... IA.
Las tareas y exámenes a mano tienen un mayor peso en las calificaciones que los digitales
Gary Ward, un profesor de la escuela secundaria Brookes Westshore en Victoria, Columbia Británica, comentó a Business Insider que "algunos (estudiantes que engañan con IA) de los que veo usándola todo el tiempo, creo que si no estuviera allí, simplemente se quedarían sentados mirando ciegamente al vacío". Ward afirma que lo que hace unos meses era «anecdótico», ahora es generalizado.
Sin embargo, Ward tiene formas de combatir este gran problema. Paradójicamente, es pedirle a ChatGPT que le ayude a desarrollar trabajos que serían difíciles de completar para los estudiantes que simplemente los introducen en un modelo de lenguaje extenso para obtener las respuestas. Richard Griffin, profesor de la facultad de negocios de la Universidad Metropolitana de Manchester, también usa la IA para dificultar la vida a quienes hacen trampa.
La universidad, ubicada en Manchester (Inglaterra), ha desarrollado un sistema interno que permite asignar tareas. El sistema resume la dificultad de usar la IA para completar el trabajo y recomienda maneras de hacerlo más desafiante: "El departamento de TI ha desarrollado su propia herramienta que evalúa la seguridad o la pericia en IA, y te da una calificación para decir: 'Bueno, en realidad, tendrás que ajustar algunas cosas'".
Muchos profesores recurren a métodos tradicionales para combatir la IA, como pedir los trabajos en papel, escritos a mano. A pesar de que algunas tareas deban realizarse digitalmente, los profesores pueden examinar el trabajo escrito para determinar la probabilidad de que el texto digital provenga del mismo estudiante. Algunas universidades también establecen que las tareas y los exámenes a mano tengan un mayor peso en la calificación general del curso.