Adiós al CO2 que contamina nuestra atmósfera: pronto servirá para construir casas

Un equipo de investigadores desarrolla un proceso para transformar dióxido de carbono en materiales para crear cemento, reduciendo la huella ambiental del sector

Adiós al CO2 que contamina nuestra atmósfera: pronto servirá para construir casas
Representación del proceso de captura de dióxido de carbono para fabricar cemento
Publicado en Ciencia

Quizás, en un futuro no tan lejano, el viaje del dióxido de carbono pueda ser de los tubos de escape o chimeneas de las industrias a los cimientos de un edificio. Esto podría ser así gracias a una innovadora técnica desarrollada por investigadores de la Universidad de Michigan, en colaboración con colegas de California. Y todo ello, minimizando los residuos tóxicos del proceso.

Dióxido de carbono como ingrediente clave para la construcción

La propuesta, redactada en un estudio publicado en la revista científica Advanced Energy Materials, sería capturar carbono atmosférico y transformarlo en oxalatos metálicos, compuestos químicos que pueden servir como precursores del cemento. Charles McCrory, especialista en catálisis y control del entorno químico en reacciones, es uno de los artífices de esta investigación.

Su grupo de trabajo, junto a laboratorios de la Universidad de California en Davis y la Universidad de California en Los Ángeles, ha demostrado que es posible fabricar estos compuestos a partir de dióxido de carbono usando cantidades ínfimas de plomo, un metal tradicionalmente necesario en esta reacción, pero altamente contaminante.

Charles McCrory asegura, en el comunicado publicado en la página web de la Universidad de Michigan, que “no solo tomamos dióxido de carbono y lo enterramos; lo tomamos de diferentes fuentes puntuales y lo reutilizamos para algo útil". La clave se encuentra en una reacción electroquímica en la que en uno de los electrodos el CO₂ se convierte en oxalato. Este es un ion que luego se une a iones metálicos liberados por un segundo electrodo.

Para finalizar, la reacción da como resultado un sólido. Estamos hablando de un oxalato metálico, capaz de integrarse en la fabricación de un tipo de cemento alternativo. Sabemos que el cemento convencional está en el punto de mira debido a su altísima huella de carbono, dado que la producción global de este elemento representa aproximadamente el 8% de las emisiones anuales de CO₂.

Para conseguir una descarbonización industrial, el equipo utilizó polímeros diseñados para maximizar la eficacia del catalizador, ese plomo del que te hablábamos antes, y reducir su uso a niveles de partes por mil millones. Esto sería una especie de cirugía molecular, que evita el impacto ambiental del metal tóxico sin comprometer la eficiencia del proceso.

Anastassia Alexandrova, perteneciente a la Universidad de California en Los Ángeles, asegura que “en este trabajo, tenemos un ejemplo de una impureza de plomo traza que actúa como catalizador. Creo que existen muchos más ejemplos similares en la práctica de la catálisis, y también que esta es una oportunidad poco explorada para el descubrimiento de catalizadores".

Jesús Velázquez, científico de la Universidad de California en Davis, habla acerca de cómo el potencial de los oxalatos metálicos va más allá del cemento, pudiendo actuar como depósitos estables de carbono y abrir nuevas vías en la investigación de materiales sostenibles. Por el momento, este proyecto aún está en fase experimental, pero el equipo ya trabaja en su escalado industrial

Charles McCrory habla de un proceso de captura natural, pero también del concepto de captura útil. Es decir, que tenemos ante nosotros una manera brillante de explicar cómo la ciencia es capaz de dar la vuelta a uno de los grandes retos del siglo: transformar un contaminante global en un pilar de la construcción del futuro.

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