Así se defienden los peces bruja, explotando en una nube de moco que se expande 10.000 veces en milisegundos

Son peces carroñeros que viven en el lecho marino, pero no están tan indefensos como pueda parecer.

Así se defienden los peces bruja, explotando en una nube de moco que se expande 10.000 veces en milisegundos
En 2017, un cargamento de peces bruja se volcó sobre una carretera estatal, con desastroso resultado. Imagen: Policía Estatal de Oregon, Twitter
Publicado en Ciencia

En el reino animal, la supervivencia se rige por la ley más básica: adaptarse o morir. Hay miles de especies que han desarrollado evolutivamente mecanismos de defensa increíblemente complejos que les permiten hacer frente a sus depredadores. Los animales más venenosos del planeta utilizan toxinas para cazar o evitar a los depredadores, y hay especies que llegan a provocarse cambios físicos muy bruscos, como el pez globo por ejemplo. Cada especie ha desarrollado sus propias herramientas de supervivencia, y el caso de los peces bruja (Myxini) es particularmente impresionante.

Estos peces alargados, similares a un anguila, son carroñeros en mayor parte y habitan en el lecho marino de muchas zonas del mundo. Son animales con el sentido de la vista muy poco desarrollado y, curiosamente, pese a tener ovarios y testículos en un mismo cuerpo no están considerados como una especie hermafrodita. Son además uno de los animales más viscosos de todo el planeta, y utilizan esta viscosidad en su propio beneficio en forma de un explosivo mecanismo de defensa.

Una mecanismo de defensa asqueroso, pero muy eficiente

Cuando estos peces se sienten amenazados, desprenden una baba o moco con un componente químico que, en contacto con el agua marina, se expande hasta 10.000 veces en cuestión de 0,4 segundos. En un artículo publicado en The Royal Society, un equipo de investigadores profundizaron en la composición de esta particular viscosidad, que se expande incluso más rápido cuando entra en contacto con un sólido. Dicho de otra manera, cuando un depredador muerde al pez, una nube de mocos lo envolverá por completo.

Cuando un tiburón (como se ve en el vídeo) o cualquier depredador ataca al pez bruja, el mecanismo de defensa entra en acción. En un abrir y cerrar de ojos la mucosidad se expande por las fauces del atacante, bloqueando la boca y eventualmente, las branquias. La reacción instintiva es soltar la presa, y dado que la explosión de mocos se activa tan rápido, las heridas provocadas por la mordida no suelen ser letales.

La cantidad de mucosidad que puede generar uno solo de estos animales es enorme, y un incidente en las carreteras de Oregón en 2017 se lo demostró a esta desafortunada conductora. La policía estatal mandó parar a un camión que transportaba un cargamento de peces bruja vivos (en algunos países se consume a nivel gastronómico), con la mala suerte de que el movimiento del camión hizo que una de las cajas se soltase y cayese sobre la carretera.

El coche de la foto iba detrás del camión. Al entrar en contacto con el asfalto, los peces activaron su mecanismo de defensa y llenaron la calzada de una capa viscosa de moco.

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