Atrapados y sin poder volver a su casa. Estos tres astronautas chinos están en verdaderos problemas
Un fragmento de chatarra espacial acaba de comprometer una de las cápsulas de retorno, diseñada para soportar el infierno de la reentrada
China es noticia en el sector aeroespacial casi todos los días en las últimas semanas. Si anteriormente te habíamos hablado del horno que estaba ya funcionando en su estación espacial, ahora tenemos que explicarte la tensa situación que se está viviendo a bordo de la Tiangong. Como si de un thriller espacial se tratase, hemos conocido que tres taikonautas han regresado a casa antes de lo previsto y otros tres se han quedado varados en la estación. ¿El problema? Una nave con una grieta minúscula, pero que podría comprometer la seguridad de los astronautas al llevar a cabo el descenso a la Tierra.
Los tres astronautas atrapados en la estación espacial Tiangong
Tras pasar 204 días en órbita, los taikonautas Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie aterrizaron en la madrugada del viernes en el desierto del Gobi sanos y salvos. Sin embargo, su viaje de vuelta no fue tal cual estaba planeado, ya que en lugar de descender a bordo de su cápsula Shenzhou 20, la misma que los llevó a su estación espacial en abril, tuvieron que usar la cápsula Shenzhou 21, recién acoplada a la estación. Pero, ¿y por qué ha sucedido esto?
Según apunta el medio CGTN, el origen del problema apareció hace unos días, cuando se detectaron daños en la Shenzhou 20. La Agencia Espacial Tripulada de China sospechaba que el impacto de un micrometeorito o chatarra espacial pudo haber sido el causante de los desperfectos. Más tarde se confirmó que existía una pequeña grieta en la ventanilla de la cápsula y que esta había sido creada por un fragmento de basura espacial.
La decisión, tal y como te hemos contado, fue inmediata. Los astronautas, Zhang Lu, Wu Fei y Zhang Hongzhang, recién llegados en la Shenzhou 21, debían quedarse en la estación espacial Tiangong, mientras que la tripulación que llevaba semanas a bordo utilizaría esa nave para regresar a casa. Ahora, la Shenzhou 20 se ha convertido en un improvisado laboratorio, pero sin la función original de cápsula de escape.
Y, tal y como podrás imaginar, el problema en estos momentos es mayúsculo. Estas naves son la única vía de evacuación de la estación espacial en caso de fallo eléctrico, incendio o despresurización. Ahora, por tanto, los taikonautas que allí viven están bajo un riesgo completamente inaceptable. ¿La solución? China ya está preparando la nave Shenzhou 22, que despegará en una fecha aún no revelada. Dentro no llevará astronautas, sino que transportará alimentos, bebidas, repuestos y una esperanza para la tripulación.
Este peligroso episodio deja una clara advertencia para el futuro: la basura espacial sigue siendo la amenaza silenciosa que ningún país es capaz de controlar. Una partícula diminuta, viajando a varios kilómetros por segundo, es suficiente para comprometer toda una nave entera. Por suerte, parece que la solución está en camino, aunque los retos especiales ya sabemos que son así de complicados. De hecho, Yang Yuguang, presidente del Comité de Transporte Espacial de la Federación Astronáutica Internacional, afirmaba: "es la primera vez que nos enfrentamos a esta incertidumbre, pero también es un muy buen ejemplo que demuestra que siempre priorizamos la seguridad de nuestros taikonautas".