Caca de vaca para crear combustible ecológico. Lo ha hecho Japón y podría ser el futuro de tu coche

El paso de excrementos a combustible podría ser muy rentable para alimentar coches y tractores en el país asiático

Caca de vaca para crear combustible ecológico. Lo ha hecho Japón y podría ser el futuro de tu coche
Las vacas están ayudando a crear energías limpias en Japón
Publicado en Ciencia

Viajamos hasta la ciudad de Shikaoi, ubicada en la subprefectura de Tokachi, en la isla de Hokkaido, para conocer cómo es posible que una ciudad haya convertido orina y heces de vaca en un recurso natural para crear una energía renovable capaz de ayudar a las comunidades locales. El olor inconfundible de estiércol parece ser habitual en la isla, aunque también parece que algunas compañías se han propuesto transformarlo de una manera realmente ingeniosa.

Estiércol de vaca para alimentar coches y tractores

Si visitásemos la Shikaoi Hydrogen Farm, seguramente muchos pasarían un mal rato por los olores que de allí se desprenden. Sin embargo, compañías como Air Water está utilizando este subproducto animal para un fin realmente interesante: producir hidrógeno. Maiko Abe, perteneciente a la empresa Air Water, asegura en el medio BBC que "Shikaoi posee el 30% de la orina y excrementos de vaca de Hokkaido, con lo que tiene un gran potencial para energías renovables".

Imagen de archivo de la Shikaoi Hydrogen Farm

Imagen de archivo de la Shikaoi Hydrogen Farm

Este proyecto, apoyado por el Ministerio de Medioambiente de Japón desde el año 2015, permite la recolección de heces y orina de distintas granjas, con el fin de ser almacenadas en una instalación central, donde se alimenta a bacterias capaces de descomponerlo y obtener biogás y fertilizante líquido. El siguiente paso sería utilizar ese biogás para purificarlo y obtener metano, que después se usará para producir hidrógeno.

En la actualidad, la planta de Shikaoi es capaz de producir 70 metros cúbicos de hidrógeno cada día, lo que sería el equivalente de llenar las baterías de 28 coches que funcionan con hidrógeno. Eso sí, esta instalación ha sido diseñada, en realidad, para que tractores y máquinas elevadoras puedan aprovecharse de las bondades de este nuevo combustible.

Dado que no todo el hidrógeno que se produce acaba consumiéndose en la misma planta, este también es almacenado y se transporta a otros lugares, como podría ser una cercana granja de esturiones o el zoológico de Obihiro. Sin embargo, el combustible obtenido a partir del estiércol de las vacas también tiene su problemática. Por ejemplo, dado que debe almacenarse en altas presiones, los contenedores pueden degradarse y necesitan de medidas de seguridad adicionales.

Además, también existen problemas relacionados con el clima del norte de Japón. Dado que los inviernos presentan temperaturas por debajo de los cero grados, la tecnología debe tener en cuenta cómo obtener hidrógeno estable a partir del vapor de agua presente en el metano. Por el momento, el proyecto va paso a paso, dado que estas plantas son costosas y los vehículos de hidrógeno aún no están ampliamente implantados. En el futuro, se podría valorar expandirlas, en función de su adopción.

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