China consigue nuevo récord (otro más) y presenta tecnología inaudita para recoger los rayos del sol
Integrar materiales orgánicos avanzados en dispositivos de captura de luz solar ya se vislumbra en el horizonte

Un equipo de investigadores chinos ha desarrollado un nuevo material orgánico que podría revolucionar el futuro de la energía solar y los dispositivos electrónicos portátiles. Hablamos de un cocristal fototérmico, que ha sido bautizado como coroneno-Br₂NDA y que ha conseguido una eficiencia en la conversión energética del 67,2% y una mejora del 375% en la salida de potencia de los generadores termoeléctricos solares. Te lo explicamos de manera detalla a continuación.
La tecnología fototérmica que impulsa la eficiencia solar en China
Este avance, fruto de la colaboración entre la Universidad de Nanchang, la Universidad de Soochow y la Universidad de Nanjing, ha sido publicado en la revista cientifica National Science Review. El descubrimiento está basado en un diseño molecular innovador, que combina cororeno, un hidrocarburo policíclico aromático, y un radical abierto, molécula con un electrón desapareado, denominado Br₂NDA.
Juntos forman una estructura cristalina en forma de microvarillas, que destaca por su capacidad de absorber la luz en un rango muy amplio, que va desde los 350 a los 1100 nanómetros, y convertirla en calor. Los investigadores afirman que bajo la luz infrarroja cercana, este cocristal alcanza los 86º C en tan solo unos segundos, mostrando una eficiencia sin precedentes y una estabilidad térmica muy notable, incluso tras varios ciclos de calentamiento y enfriamiento.
Sin embargo, lo que realmente ha sorprendido a la comunidad científica es como funciona el cocristal. El coroneno-Br₂NDA logra casi elimina la fotoluminiscencia, lo que indica que la energía absorbida no se desperdicia en forma de luz, sino que se transforma casi por completo en calor. Es decir, en resumen, que el material aprovecha al máximo la energía que recibe. Sin embargo, este material no solo sirve para producir electricidad.
Los investigadores también han demostrado que puede tener aplicaciones ópticas. Utilizando un láser, se han conseguido transmitir señales codificadas como el código Morse mediante cambios en la intensidad de la luz. Esto significa que una nueva puerta se abre para sistemas de transmisión de datos sin contacto o, incluso, para tecnologías portátiles de encriptación. Y si algo es verdaderamente prometedor en el proyecto, eso es su escalabilidad.
Sintetizar el coroneno-Br₂NDA es sencillo, barato y compatible con sistemas que ya existen, lo que convierten al material en una alternativa atractiva para crear ropa inteligente, sensores autónomos y soluciones energéticas para zonas de complicado acceso de la electricidad. Y es que la integración de materiales orgánicos avanzados puede suponer toda una revolución en el aprovechamiento de la luz solar.