El bacalao está riquísimo rebozado, pero ahora tendrá una misión: cuidar nuestros océanos

Algunos peces ya han sido apodados como los "ingenieros del fondo marino"

El bacalao está riquísimo rebozado, pero ahora tendrá una misión: cuidar nuestros océanos
El bacalao no solo está rico, sino que también ayuda con los sedimentos marinos
Publicado en Ciencia

Un reciente estudio publicado en la revista científica Marine Environmental Research, y liderado por científicos de la Universidad de Exeter, ha puesto sobre la mesa una realidad que muy pocos conocían: algunos peces son una especie de ingenieros de sus ecosistemas a través de un proceso conocido como bioturbación. Es decir, a través de reordenar y remover los sedimentos del fondo oceánico.

Los peces: del plato a "ingeniero del fondo marino"

Enmarcado en el proyecto Convex Seascape Survey, el estudio ha sido realizado en aguas poco profundas del Reino Unido, donde se analizaron hasta 185 especies de peces, de las cuales 120 están sujetas a la pesca comercial. Entre los ejemplares más destacados nos encontramos con el bacalao del Atlántico, la anguila europea y el mixino del Atlántico, todos ellos con altos índices de bioturbación.

Esta es una medida desarrollada por los propios investigadores, que combina el tamaño del propio animal, la frecuencia de su actividad y el tipo de interacción que lleva a cabo con los sedimentos. Pero, ¿qué importancia tienen los sedimentos en el cuidado de los océanos? Resulta que los sedimentos son el mayor depósito de carbono orgánico del planeta y su dinámica influye en la capacidad del océano para absorber gases de efecto invernadero.

En resumidas cuentas, lo que sucede en el fondo del océano tiene consecuencias directas en el clima del planeta. Lo novedoso de esta investigación es que hasta ahora, cuando se analizaba ese fenómeno de la bioturbación, solían investigarse invertebrados, dejando de lado a los peces. El estudio demuestra que estos animales marinos contribuyen al desarrollo del proceso y lo hacen de manera generalizada y significativa.

Eso sí, el estudio ha mostrado un lado oscuro: aquellas especies que más actividad realizan en los sedimentos, también son las más amenazadas. Si hablamos del bacalao, por ejemplo, tenemos que hablar de un claro declive de su población, sobre todo debido a la sobrepesca, el cambio climático y la degradación de los hábitats. Si estos "ingenieros del fondo marino" desaparecen, se producirán profundos cambios en sus ecosistemas, con consecuencias imprevisibles en los océanos.

Julie Hawkins, coautora del estudio, asegura en declaraciones recogidas en el EurekAlert que "cualquiera que haya pasado tiempo bajo el agua, ya sea haciendo esnórquel o buceo, sabe que los peces están constantemente excavando el fondo marino". Y es que estamos ante una interacción ecológica que había sido pasada por alto, de manera sorprendente, según la propia científica.

Si hasta ahora teníamos en cuenta el valor comercial de algunas de estas especies, ahora podemos aseverar que son verdaderos agentes de regulación climática. Es urgente que conservemos la biodiversidad marina y que hagamos una gestión pesquera sostenible de los recursos que mares y océanos nos ofrecen. De lo contrario, puede que degustar algunos de estos manjares sea cada vez más caro y complicado, además de que sus ecosistemas puede que sufran cambios irreversibles.

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