El cometa 3l/ATLAS no es una nave alienígena y la NASA quiere que sepas lo que es realmente

Después de semanas de especulación por la falta de imágenes a cargo de la agencia espacial estadounidense, por fin creemos saber qué tipo de objeto se está dando una vuelta por nuestro vecindario cósmico

El cometa 3l/ATLAS no es una nave alienígena y la NASA quiere que sepas lo que es realmente
Este es uno de los retratos obtenidos por la NASA de 3I/ATLAS
Publicado en Ciencia

Han sido días de incertidumbre en todo el mundo. A pesar de que las probabilidades de que 3l/ATLAS fuese un objeto tecnológico eran muy escasas, la sombra de la duda continuaba acechándolo. Llevaba meses cruzando nuestro sistema solar, procedente de una dirección poco común, pero, por fin, la NASA nos ha explicado qué es lo que estábamos viendo. Y no solo eso, también nos ha mostrado en imágenes cuál es la verdadera naturaleza de 3l/ATLAS.

El inesperado visitante de fuera del sistema solar

Desde el pasado mes de julio, observatorios de todo el planeta han seguido con atención la visita de este objeto interestelar. Estamos, por cierto, ante el tercero procedente de fuera del sistema solar que logramos identificar. La historia empezó con ATLAS, una red de telescopios diseñada para alertar de posibles impactos, que detectó su brillo. De ahí, su nombre. El añadido de 3I es simplemente la nomenclatura que aclara que este es el tercer objeto que nos visita del exterior y que es interestelar.

Pero, ¿qué es en realidad 3I/ATLAS? Avi Loeb puso sobre la mesa que, de manera remota, podría ser una nave extraterrestre visitando el sistema solar. Sin embargo, ahora que la NASA ha publicado imágenes del objeto, ya tenemos la respuesta que estábamos esperando. Estamos ante un cometa clásico, que cuenta con una mitad de gas y polvo y una cola impulsada por la luz solar. Además, su comportamiento pasado es perfectamente razonable y concuerda con un visitante de fuera de nuestras fronteras cósmicas.

Dado que su momento más cercano al Sol ocurrió durante el cierre del Gobierno estadounidense, esto explica el silencio de la agencia espacial. Pero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Resulta que como el Congreso no aprobó los presupuestos, la NASA tuvo que operar durante un tiempo con lo imprescindible, lo que provocó que, aunque sus cámaras estuviesen trabajando, no había personal para publicar imágenes ni explicar su significado. Por suerte, todo se ha resuelto y ya podemos decir que 3I/ATLAS es un cometa pequeño, de unos pocos kilómetros de diámetro, y con una rotación muy lenta.

Por suerte, las sondas que orbitan Marte han resultado más útiles de lo esperado. MAVEN, que estudia la atmósfera marciana, obtuvo datos sobre los materiales del cometa, mientras que la cámara HiRISE, del Mars Reconnaissance Orbiter, también consiguió algunas excepcionales instantáneas. Desde mucha más distancia, los telescopios espaciales Hubble y James Webb completaron la increíble galería de imágenes. Y todas nos ha ayudado a entender que 3I/ATLAS suelta mucho polvo y tiene una composición un poco distinta a la de los cometas del sistema solar. Sabemos que libera más dióxido de carbono y que la proporción de níquel frente al hierro es inusualmente alta. Estas son pistas que apuntan a un origen distinto al del material que se formó junto al Sol.

Los expertos creen que el cometa podría proceder de una estrella nacida muy temprano en la historia del Universo. Dicho de otra manera, 3I/ATLAS podría ser más antiguo que todo el sistema solar. Por el momento, todos los datos que tenemos deben ser cogidos con pinzas, dado que aún estamos en las primeras fases de su análisis. A partir de ahora, quedará leer los artículos de revistas científicas que desgranen la naturaleza del cometa. Y comprender que el hecho de que no sea una nave extraterrestre no le quita ni un ápice de excepcionalidad a su presencia.

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