La locura se extiende por las redes: el cometa 3I/ATLAS podría no ser lo que parece
Prepárate para conocer como un simple objeto interestelar puede ser fuente de noticias realmente bizarras
El mayor objeto procedente de fuera del sistema solar viaja hacia el Sol. Mientras la comunidad científica lo celebra como una oportunidad única para entender cómo se forman otros sistemas estelares, algunas personas, inclusos científicos, juegan con posibilidades mucho más estrafalarias. 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar que se cuela en nuestro vecindario cósmico, tras la llegada de 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. Sin embargo, este viajero es el mayor jamás observado, con más de cinco kilómetros de diámetro, una masa estimada en 33.000 millones de toneladas y una velocidad de 210.000 kilómetros por hora. Pero, ¿cuál es su naturaleza?
¿Qué es 3I/ATLAS?
El descubrimiento de este objeto interestelar tuvo lugar el pasado 1 de julio, gracias al sistema ATLAS, un programa de telescopios automáticos financiado por la NASA y diseñado para detectar asteroides y cometas que puedan representar una amenaza para la Tierra. Aquella detección pronto cobró suma importancia, dado que tenía elementos ciertamente extraños, como una trayectoria era hiperbólica, señal de que no estaba ligado gravitacionalmente al Sol. Dicho de otra manera, 3I/ATLAS procede de otro sistema estelar.
Inmediatamente, la comunidad científica asomó la cabeza y comenzó a plantearse todo tipo de preguntas, dado que estamos ante un cuerpo celeste procedente de un lugar desconocido. Por ahora, y a medida que el cometa se acerca al Sol, hemos comprobado que los gases y compuestos que libera se parecen mucho a los de los cometas de nuestro sistema solar. Es por ello que empezamos a entender que los ingredientes básicos en nuestro rincón del cosmos podrían ser habituales en todo el universo.
A pesar de que este mismo 29 de octubre el cometa alcanzará el perihelio, es decir, estará lo más cerca posible del Sol, no parece que vayamos a poder estudiarlo con detenimiento. Esto es debido a que sucederá lo que se conoce como conjunción solar. Simplemente, 3I/ATLAS quedará tapado en gran parte por el astro rey. Por suerte, el próximo mes de diciembre podremos volver a observarlo.
Sin embargo, no todos los científicos ven en el cometa interestelar un simple trozo de hielo y roca. El astrónomo Avi Loeb, célebre por sus teorías sobre visitantes de otros mundos, ha sugerido que 3I/ATLAS podría tratarse de una nave extraterrestre camuflada, según una reciente entrada en el blog que tiene en Medium. Incluso ha redactado un paper, que puede consultarse en la página web de la Universidad de Harvard, en el que se pregunta: "¿Es el objeto interestelar 3I/ATLAS tecnología alienígena?".
Según su teoría, el paso por el perihelio durante la conjunción solar es casualidad, ni un contratiempo para la observación del cometa, sino que sería toda una maniobra orquestada por una inteligencia de otro mundo para ocultar el despliegue de hipotéticas sondas invisibles. Por su parte, el resto de la comunidad científica, desmiente cualquier origen de ciencia ficción. Por ejemplo, Steven Desch, en declaraciones recogidas por Interesting Engineering, asegura firmemente:
3I/ATLAS es un cometa de otro sistema solar. Su comportamiento se ha limitado al de un cometa. Ha liberado diversos gases a las distancias del Sol que cabría esperar. En comparación con los cometas de nuestro sistema solar, contiene una gran cantidad de dióxido de carbono en relación con el agua, pero se trata precisamente del tipo de gases que esperamos encontrar.
No podemos evitar soñar con contactos extraterrestres, aunque, quizás, no sería la mejor idea encontrarnos de frente con civilizaciones mucho más avanzadas, pero la fascinación por el cosmos no necesita de seres de color verde. Simplemente pensar en que un cuerpo de otro sistema estelar, un cometa creado alrededor de una estrella lejana hace miles de millones de años, acaba de cruzarse en nuestro camino es algo lo suficientemente poderoso como para recordarnos que no estamos solos. Tenemos un inmenso universo a nuestro alrededor.