El día que cayó nieve roja, parece cosa de ciencia ficción, pero ocurrió de verdad en esta ciudad
Una extraña nevada alertó al país acerca de un desastre ecológico sin precedentes

Fue en el invierno de 1934 cuando la ciudad estadounidense de Boston amaneció teñida de un color rojo, jamás visto. Y no hablamos de ningún tipo de efecto óptico, sino de nieve con un color terracota, como si en el cielo se estuviese librando una batalla entre dioses y su sangre salpicase a la humanidad. Por desgracia, el fenómeno no tuvo nada de poético, sobre todo porque vaticinaba una catástrofe que se estaba gestando a miles de kilómetros de distancia.
El polvo que viajó 2.000 kilómetros como advertencia
Para ponerte en contexto, tenemos que explicarte lo que sucedió en las Grandes Llanuras de Estados Unidos. Esta región, que abarca los estados de Oklahoma, Texas y Kansas, fue víctima de una combinación letal de sequía prolongada y de prácticas agrícolas inadecuadas. La tierra quedó vulnerable, sobre todo por la eliminación de la vegetación nativa y por el excesivo uso de técnicas de cultivos agresivas.
Esta es la catástrofe que se conoce como Dust Bowl. Después de que aquellas tierras quedasen expuestas y maltratadas, llegaron los vientos, que sin encontrar resistencia, levantaron enormes nubes de polvo, que oscurecieron el cielo y viajaron cientos de kilómetros. Es aquí donde, por fin, llegamos a una de las tormentas más devastadoras, ocurrida en mayo de 1934.

Imagen del fenómeno conocido como "Dust Bowl"
Ese polvo del que te hablábamos, fue transportado por el viento desde las llanuras hasta ciudades del este del país, como Chicago, donde se depositaron más de cinco toneladas de polvo. Días después, la tormenta alcanzó Boston, mostrando un espectáculo de nieve mezclada con partículas de arcilla roja, que dio lugar al ese evento de nieve roja.
Como estás comprobando, ese no fue un fenómeno simplemente curioso, sino la confirmación de una catástrofe ecológica, por la que el polvo no respetó ningún tipo de frontera y se infiltró en hogares, alimentos y pulmones. A partir de entonces, las condiciones insalubres provocaron enfermedades respiratorias y obligaron a millones de personas a abandonar sus tierras en buscar de una mejor vida y un sitio donde poder respirar.
Este Dust Bowl es el fiel reflejo de la importancia de la gestión sostenible de la tierra. El gobierno estadounidense, bajo el mandato de Franklin Delano Roosevelt, comenzó a implementar programas para promover prácticas agrícolas responsables y para prevenir futuras catástrofes.
Es por ello que la nieve roja de Boston permanece como un recordatorio de cómo las acciones del ser humano pueden desencadenar consecuencias ambientales que se extienden miles de kilómetros. En nuestra mano está cuidar de nuestros ecosistemas y actuar con responsabilidad, si es que queremos evitar dañar al único hogar que tenemos en todo el cosmos.