El verdadero Drácula lloraba sangre o eso es lo que afirma un reciente análisis de algunas de sus cartas

La historia de Vlad Tepes parece estar siempre relacionada con el líquido vital.

El verdadero Drácula lloraba sangre o eso es lo que afirma un reciente análisis de algunas de sus cartas
Este es el retrato más famoso del gobernante rumano.
Publicado en Ciencia

Mucho se ha hablado sobre la sed de sangre, literal, de Vlad III de Valaquia, aunque de entre todas sus tropelías ésta es la única que no es cierta. Sin embargo, los murciélagos, además de encontrarse entre los animales que hibernan sí se alimentan de sangre, un rasgo denominado hematofagia. Muchos son los mitos que se desmienten de algunos animales, los murciélagos, por ejemplo, no son ciegos, y otros tantos los que hay que desmentir sobre ciertas figuras históricas. Ahora toca conocer un poco más al verdadero Drácula.

El príncipe de Valaquia que no bebía sangre, la lloraba

Gracias al estudio publicado en la revista Analytical Chemistry, hemos conocido ciertos datos sobre la salud del personaje que inspiró al Conde Drácula, protagonista de la novela de Bram Stoker. A través del análisis de tres supuestas cartas redactadas de su puño y letra, se puede afirmar que el héroe rumano sufría de ciertos problemas en su piel y en su aparato respiratorio, además de una condición que le hacía llorar sangre.

La leyenda sobre el vampirismo de Vlad Tepes no parece ser más que la consecuencia de décadas de lectura de la obra del escritor irlandés, aunque la sangre parece estar muy asociada con su vida, dado que algunos historiadores aseguran que mató alrededor de 80.000 personas, practicando el empalamiento, lo que le valió su mítico apodo. Aunque sería el mote de Vlad Drăculea, traducido como hijo del dragón, el que acabaría por infundir temor.

Casi 600 años han pasado desde su reinado y ciertos objetos aún son conservados como prueba de su intensa vida, entre los que se encuentran algunas cartas. Vincenzo Cunsolo, uno de los investigadores, ha podido hacerse con ellas para analizar las moléculas y proteínas presentes en el antiguo papel y desentrañar los misterios de Drácula.

Dado que estamos hablando de un papel con siglos de historia, para extraer el contenido vital de las cartas, el equipo de investigadores utilizó un plástico denominado como EVA o etilvinilacetato, que es capaz de extraer proteínas y moléculas sin dañarlo. A través de una técnica denominada espectrometría de masas, los científicos se centraron en aquellos péptidos, moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos, que poseían una degradación propia del paso del tiempo.

Se consiguieron aislar 16 proteínas de origen humano, que cuentan una historia acerca de la piel, la respiración y la sangre de su portador. Si éste fue Vlad III de Valaquia, entonces se puede afirmar que sufría problemas respiratorios y que también sufría de hemolacria, es decir, de la presencia de sangre en las lágrimas. Estos datos, unidos a exposición a la bacteria Y. pestis, que causó 25 millones de muertes en Europa en el siglo XIV, nos ofrecen nuevos detalles sobre la figura histórica del famoso Vlad Tepes.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!