En su momento fue una ciudad muy importante, pero ahora está bajo las aguas de un lago. Acaba de ser redescubierta y es un sueño
Una expedición internacional confirma la existencia de una ciudad del siglo XIII sumergida tras un gran terremoto y revela una necrópolis que podría llegar a desaparecer
Bajo las frías aguas del lago Issyk-Kul, en Kirguistán, duerme una ciudad que en su día fue un punto estratégico de la Ruta de la Seda. En otoño de 2025, un equipo internacional de científicos inició el estudio de un asentamiento conocido como Toru-Aygyr. Sus hallazgos confirman que, donde ahora solo hay agua, en los siglos XIII y XIV existió una ciudad con edificios importantes, actividad comercial y un cementerio musulmán que está cayendo en el olvido.
La ciudad perdida de la Ruta de la Seda
Los investigadores, según la información publicada en la página web de la Sociedad Geográfica Rusa, cartografiaron cuatro áreas a profundidades de entre uno y cuatro metros. En la primera, consiguieron localizar los restos de construcciones levantadas con ladrillos cocidos, piedras y vigas de madera. Se pudo observar un molino, decoraciones y muros que podrían haber pertenecido a un edificio social, quizás una mezquita, un baño público o una escuela religiosa.
En estos momentos, parece que todo encaja con una hipótesis de hace tiempo, que aseguraba que en la orilla norte del lago existió una ciudad que desapareció bajo el agua tras un gran terremoto a comienzos del siglo XV. Según los arqueólogos, sus habitantes ya habían abandonado la zona antes del desastre, pero el temblor supuso el fin de la tradición urbana, que sería sustituida por poblaciones nómadas.

Dos científicas y una buceadora exploran el área del lago Issyk-Kul
La sorpresa mayor llegó en la segunda zona estudiada: un cementerio islámico de los siglos XIII y XIV. El agua, por desgracia, lo está devorando. En una superficie de 300 por 200 metros han aparecido tumbas con el patrón habitual de la tradición musulmana: los cuerpos orientados hacia el norte y los rostros hacia La Meca. Se sabe que se han encontrado los esqueletos de un hombre y una mujer, que se someterán a un estudio antropológico completo.
Su presencia encaja con una etapa en la que se estaban produciendo cambios religiosos en Asia Central. Durante siglos convivieron muchas creencias, pero el islam solo empezó a extenderse de verdad entre la población en el siglo XIII y fue impulsado por el comercio y la influencia de la Horda de Oro, uno de los grandes estados surgidos tras la expansión del Imperio mongol. Compartir religión con tus socios era una forma sencilla de generar confianza al hacer negocios.
Los arqueólogos también hallaron cerámicas medievales y un gran khum, un enorme recipiente, que será extraído de los sedimentos el próximo año. Cerca aparecieron tres enterramientos más antiguos, algo que indica que la zona fue ocupada durante distintas etapas. En la cuarta y última área, el equipo estudió estructuras circulares y rectangulares y perforó el fondo para obtener muestras que permitan reconstruir la evolución del asentamiento. Con la ayuda de drones submarinos y sistemas avanzados de navegación, todos los restos han sido registrados para estudiarlos en los próximos meses.
El trabajo apenas ha comenzado, pero ya nos permite saber que el lago Issyk-Kul no solo es un escenario legendario, sino todo un archivo sumergido que está devolviendo una parte de la historia medieval de Asia Central. Cada ladrillo, cada tumba y cada decoración cerámica nos permite comprender mejor una ciudad que desapareció repentinamente y que ha regresado para hablarnos de una historia aún por desvelar.