Desmontando mitos: engordas más el resto del año que en Navidad

¿Has engordado con el paso de los años? ¿Temes la llegada de la Navidad y sus excesos? Estate tranquilo: lo peor llega después...a no ser que pongas remedio

Desmontando mitos: engordas más el resto del año que en Navidad
Hay etapas en nuestras vidas en las que es más fácil ganar peso. Etapa Infantil

A estas alturas del año, probablemente te encuentres ya elucubrando tus propósitos para el 2018 y en ellos habrá todo un clásico, por lo repetitivo del asunto: apuntar (e ir de verdad) a un gimnasio.

Las cenas de empresa, la cesta de Navidad (los afortunados que las tienen), las vacaciones con la familia y amigos, la ropa gordita, las comidas familiares, el turrón y los polvorones... Sí, el año que viene fijo que vas al gimnasio.

Si te importa la dieta, aunque solo sea por el placer de cocinar y controlar un poco lo que te llevas a la boca, conocerás el popular y desenfadado blog de El Comidista en El País. En él, el dietista Juan Revenga tira por tierra una de las creencias más populares: que se engorde más en Navidad.

Respira tranquilo: en Navidad engordas menos de lo que crees

El razonamiento se encuentra en un estudio realizado publicado por The New England Journal of Medicine. Sin embargo, colateralmente sí que confirmamos una noticia sobre tu peso: ganamos peso conforme nos hacemos mayores. Pero disfrutemos del momento: es en verano y no en Navidad cuando más peso ganamos.

Has leído bien: en verano, disfrutando de la playa y las cervezas en una terraza es cuando más peso ganamos de todo el año. Al traste todos los esfuerzos para lucir buen tipo del año. Y es que aunque los adultos iniciemos la cuesta de enero con unos kilos de más, parece que muchos materializan con éxito la operación bikini en el siguiente trimestre.

Desmontando mitos: engordas más el resto del año que en Navidad

Evolución de la variación del peso en adultos durante el año. <a href="http://www.nejm.org" rel="nofollow" target="_BLANK">The New England Journal of Medicine</a>

Para llegar a esta conclusión se realizó un estudio sobre 200 personas donde se comprobó que la media de ganancia en Navidad es de solo 0,37 kilogramos. ¿Y qué pasa si no nos preocupamos por perderlo durante el año que llega? Pues que se convierte en 0,48 kilogramos que vamos incorporando a nuestra mochila corporal cada año. Y allí tienes la respuesta sobre por qué engordamos con la edad.

Tus mayores sospechas, confirmadas: ganas peso en la edad adulta

En todo caso hay momentos en la vida más vulnerables que otras para ganar peso: la adolescencia, el embarazo, la mediana edad en las mujeres y el matrimonio en los hombres son las razones para engordar. Asimismo, los cambios en el comportamiento y en el medio, como dejar de fumar o mudarse a una ciudad mas grande, también se asocian a la ganancia de peso.

Un estudio más reciente también publicado en The New England Journal of Medicine desmiente que sea en los periodos vacacionales cuando toda la población gane peso. Incidimos en el toda porque aunque los adultos sedentarios cuentan con todas las papeletas para que sea así, no se puede extrapolar al resto de la población.

Y es que sí, los adultos en generan suelen ganar entre 400 y 900 gramos por periodo vacacional, aunque estos sujetos se encontraran siguiendo una dieta. Desde luego, en todo caso se trata de unas cifras muy lejanas respecto a la creencia popular de volver con unos kilitos de más.

La obesidad es el mal del siglo XXI

En ambos estudios se resalta la importancia de ser constante con los hábitos de comida y deporte, ya que el primer mundo del siglo XXI se ve fuertemente afectado por una epidemia: la obesidad. Tanto es así que sus causas y soluciones se han convertido en objeto de estudio.

Como es mejor prevenir que curar, los científicos insisten en que cambiar nuestros hábitos de vida es la clave para mantenerse en el peso ideal, reduciendo el peso en un 8-10% en solo un año al adoptarlo y que además, esto traerá múltiples beneficios a nuestra salud.

Uno de ellos bastante inesperado y sorprendente: cuando perdemos peso y cambiamos nuestros hábitos convirtiéndolos en más saludables, logramos que los mecanismos neuroendocrinos, metabólicos y de comportamiento se ajusten para perder peso. Es decir, que cuanto más en forma estamos, más fácil nos resulta mantener nuestro peso.

En general, ingerimos más comida y de peor calidad de la que necesitamos y además realizamos menos ejercicio del que deberíamos: no, 10.000 pasos al día no son suficientes.

Todo es cuestión de ponerse. Así que disfruta esta Navidad, pero en enero es momento de plantearte un cambio que hará que tu vida sera más longeva y saludable.

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