Es un Jardín del Edén submarino: los expertos encuentran en una profunda fosa oceánica 7.000 especies nuevas
Una de las trincheras más conocidas del planeta ha desvelado microorganismos y otros seres, como crustáceos e invertebrados

Es la depresión del fondo marino más conocida del planeta y se encuentra ubicada en el océano Pacífico. La fosa de las Marianas tiene una profundidad máxima de 10.994 metros en su extremo sur, en un área conocida como el Abismo de Challenger, aunque su pico máximo de profundidad se sitúa en los 11.304 metros. Ahora, además, tenemos que añadirle una infinidad de vida que se abre paso en un lugar donde pocos anticipábamos.
La impresionante biodiversidad de la fosa de las Marianas
Un equipo de científicos de la Universidad de Jiao Tong, en Shanghai, ha utilizado el sumergible Fendouzhe para adentrarse en las profundidades del océano Pacífico y visitar la fosa de las Marianas. En declaraciones recogidas en el medio Science, Weishu Zhao, biólogo de la institución china, asegura que el fondo marino tenía un "azul misterioso y profundo".
El propio científico asegura que supo "inmediatamente que el fondo marino debía ser un hábitat mucho más próspero de lo que nunca hubiese imaginado". Como parte del proyecto MEER, que investiga la zona que se encuentra entre los 6.000 y los 10.000 metros de profundidad, el submarino Fendouzhe ha entrado en juego para arrojar algo de luz, nunca mejor dicho, a un área casi inexplorada del planeta.
Entre agosto y noviembre de 2021, el sumergible ha ayudado a la comunidad científica a obtener muestras de diversos tipos de organismos que habitan la fosa de las Marianas, entre los que se han podido obtener microbios, crustáceos o peces. Douglas Bartlett, microbiólogo de la Universidad de California en San Diego, asegura que "un increíble nivel de diversidad has sido descubierto".
Y es que estamos hablando, según el artículo publicado en la revista científica Cell, del hallazgo de más de 700 nuevas especies de microbios, siendo el 89% nuevos para la ciencia. El secreto de la superviviencia de estos organismos, según Mo Han, coautor del estudio, se esconde en eficientes genomas, en funciones vitales, y genomas más grandes y versátiles, capaces de hacerles sobrevivir en condiciones extremas.
Un segundo estudio publicado en la revista Cell que los anfípodos, orden de pequeños crustáceos malacostráceos, podría estar sobreviviendo a esta profundidad gracias a la relación simbiótica con una bacteria conocida como Psychromonas. Parece que esta le permitiría producir una sustancia, N-óxido de trimetilamina, capaz de equilibrar los fluidos y proteger al organismo de las altas presiones.
Por último, un tercer estudio publicado en Cell afirma que aquellos peces que viven a más de 3 kilómetros de profundidad cuentan con una mutación genética que permite a sus células poder responder mejor al estrés producido por la presión, el frío o la oscuridad. Liang Meng, científico del Grupo BGI, afirma:
El 80% de la zona hadal (aguas y fondos marinos por debajo de la zona abisal) global todavía es un misterio para nosotros. Y podrían existir aún formas de vida más extraordinarias para ser descubiertas en esta bioesfera inexplorada.