Han encontrado un antigua taberna romana. Ahora ya sabemos que comían y ha sorprendido a los arqueólogos

Los restos de una taberna en la ciudad romana de Pollentia han asombrado a los arqueólogos. Los romanos tenían una dieta más variada de la que se creía anteriormente

Han encontrado un antigua taberna romana. Ahora ya sabemos que comían y ha sorprendido a los arqueólogos
Pollentia se encuentra en la isla de Mallorca y durante siglos fue una próspera ciudad romana en Hispania
Publicado en Ciencia

Un equipo de arqueólogos descubrió restos de aves canoras en un basurero de una antigua taberna romana en la isla de Mallorca, lo que desafía la idea previa de que estos animales eran un manjar exclusivo de las élites. El hallazgo se realizó en Pollentia, una ciudad romana situada en lo que hoy es España, y fue publicado en el International Journal of Osteoarchaeology.

El basurero, o pozo de desechos, medía aproximadamente 1,2 metros de ancho y 4 metros de profundidad. Fue descubierto en los años 90 en una zona comercial cercana al foro de la ciudad, y contenía restos de mamíferos, peces y, de manera inesperada, aves canoras como el zorzal. Esto sugiere que los pájaros pequeños eran parte de la dieta común del pueblo, no solo de la aristocracia. Por lo tanto, lo más seguro es que también formara parte de la alimentación de los soldados romanos.

Ahora sabemos más de cerca qué es lo que comían los ciudadanos romanos

La taberna romana, conocida como popina, funcionaba como un establecimiento de comida rápida. Entre los restos hallados, se encontraron huesos de cerdo, conejo, pescado, mariscos, ovejas, cabras, vacas, aves domésticas y, notablemente, zorzales. También se hallaron restos menos comunes como comadrejas, roedores, palomas, una grulla común, un perro y un reptil.

El consumo de aves en Roma ha recibido creciente atención por su importancia tanto alimenticia como simbólica. Aunque las fuentes clásicas describen la preparación de aves como parte de banquetes de lujo —incluyendo recetas con pasteles de leche, especias y asado simple—, los restos en Pollentia indican una preparación más estandarizada, probablemente adaptada a la venta rápida en un entorno urbano.

Los investigadores creen que los zorzales eran cocinados enteros, aplastados (tipo spatchcock) y fritos en aceite de oliva. La migración estacional de estas aves a Mallorca sugiere que su disponibilidad era limitada a ciertas épocas del año, lo que explicaría su consumo menos frecuente.

Este descubrimiento proporciona una valiosa ventana a la vida cotidiana romana, mostrando cómo incluso la gente común podía disfrutar de alimentos que antes se pensaban exclusivos de la élite, en un ambiente animado y comercial como el de Pollentia. Por otro lado, los restos arqueológicos tienen una lectura más: cada vez sabemos más sobre las costumbres de la antigua Roma. Saber que estas pequeñas aves eran consumidas por el pueblo llano transforma las perspectivas.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!