Isaac Newton predijo que el mundo se acabará en el año 2060, y estas fueron sus razones
Los mayas decían que todo se iría al garete en 2012, pero Newton cree que el final será 50 años más tarde.

Sir Isaac Newton ha pasado a la historia internacional como una de las mentes más brillantes de todos los tiempos. La anécdota de la manzana y su interpretación de la gravedad ha derivado en miles de ramificaciones diferentes de la ciencia, que hoy en día siguen profundizando sobre las leyes físicas que rigen nuestro planeta. La ciencia le debe mucho a Isaac Newton, pero aunque nadie cuestiona su talento como físico o matemático, hay otros métodos que utilizaba que hoy generarían reacciones más variadas.
Entre sus disciplinas de estudio estaban la alquimia (práctica protocientífica y disciplina filosófica que combina elementos de la química para tratar de alterar la composición de los metales) y la teología, sobre la que escribió también muchos textos. Newton era un gran interesado del ocultismo, y aunque sus textos teológicos estaban interpretados desde el prisma de la cristiandad protestante, la mayoría de ellos los mantenía ocultos por su propia seguridad. Al filo del 1700, tener unas opiniones religiosas "atrevidas" podían costarte literalmente la vida, así que Newton se limitó a hacer públicas sus teorías puramente científicas.
La matemática y la religión de Newton dicen que el 2060 se acaba todo
En unos textos que todavía se conservan en papel, Newton trató de hacer una aproximación de cuándo se acabaría el mundo. Para llegar a sus conclusiones utilizó su propio conocimiento de los textos bíblicos y diferentes fórmulas matemáticas, que dieron como resultado una fecha: el año 2060.
Y los días en los que las bestias que han vivido su corta vida se encuentran con los largos años de los reinos, en el período de 1260 días, si data de la conquista completa de los tres reyes AC 800, todo terminará en 2060
A pesar de sonar como un auténtico profeta, los escritos donde se leen estas palabras fueron rescatados de su estudio, y jamás tuvieron el destino de hacerse públicos. Pese a conjeturar con el conocimiento que tenía de la teología, Newton era un hombre muy devoto, y no pretendía en ningún caso atacar a la fé. Es por eso que siempre fue cauto para que no se filtrasen sus escrituras, y de hecho, en sus propios textos recalca que sus opiniones no nacen con la intención de ser tomadas como dogmas.
Esto no lo menciono para afirmar cuándo será el Día del Fin, sino para poner fin a las temerarias conjeturas de hombres fantasiosos que con frecuencia predicen el final, y al hacerlo desacreditan las sagradas profecías tan a menudo como fallan sus predicciones. Cristo viene como ladrón en la noche, y no nos corresponde a nosotros saber los tiempos y las sazones que Dios ha puesto en su voluntad
El planeta sobrevivió a las predicciones de los Mayas en 2012, donde tan solo tuvimos que sufrir la película que narraba la catástrofe. Ahora asoman en el futuro las predicciones de una de las mentes científicas más importantes del planeta, pero todavía nos quedan cuarenta años para poder salir de dudas.