La historia del soldado de la Guerra Civil que veía "el mundo al revés" tras sobrevivir a un tiro en la cabeza
Un paciente desconocido resulta ser uno de los casos más curiosos de la historia de la neurología en el mundo.

Nadie podría haber advertido al denominado como Paciente M que un disparo en la cabeza no sólo no habría acabado con su vida, sino que habría sido el detonante para que todo el mundo a su alrededor cambiase de forma drástica. Hemos visto insectos con cerebros infectados por hongos y te hemos contado lo que son las neuronas espejo, pero ahora vas a descubrir un extraordinario caso, digno de película.
El mundo del revés del paciente M
Justo Gonzalo Rodríguez-Leal entabló una relación médico-paciente que se extendió hasta la amistad después de años observando y atendiendo las necesidades médicas del Paciente M. Cuando este soldado de 25 años fue herido en combate en el año 1938, tal y como se explica en el artículo publicado en la revista Neurología, se observó que una bala había atravesado su cráneo, aunque no necesitó de ningún tipo de operación o tratamiento especial. Sin embargo, una posterior exploración del doctor Rodríguez-Leal hará que se destape el baúl de las curiosidades.
#Curiosidades | Un soldado sobreviviente a la Guerra Civil española pasó a la historia como el ‘Paciente M’. Este joven es uno de los casos más extraños y sorprendentes de lesiones cerebrales. 😳#Bravissimo2023 #Curiosidades #Guerra #Espana pic.twitter.com/cXXdqLcXKF
— Bravíssimo (@BravissimoCity) May 18, 2023
En un primer momento, parece que las deficiencias visuales hacen mella en el Paciente M, ya que éste parece presentar reducción concéntrica del campo visual, triplopía, es decir que veía triple un sólo objeto, visión de colores planos, tener la capacidad de ver los colores fuera de los objetos, acromatopsia central, pérdida de la visión del movimiento y visión invertida.
Este último síntoma es uno de los más interesantes, dado que el Paciente M asegura que puede leer números y letras tanto en su posición normal, como del revés. De hecho, según la información publicada en El País, Justo Gonzalo asegura que 'M miraba el reloj de bolsillo en cualquier dirección para saber la hora'. Pero no sólo es la visión lo que perturba la realidad del Paciente M, sino que también tiene alterada la percepción del tacto y el oído.
El asombro del médico se puede comprobar en la publicación Brain Dynamics, donde éste asegura que el Paciente M 'podía leer el periódico de manera fluida y con la misma facilidad en su posición normal y del revés'. Pero el soldado herido en la contienda española no sólo podía hacer uso de sus extraordinarias habilidades con números y letras del revés, sino que también observaba su entorno y lo invertía.
El doctor Rodríguez-Leal asegura que 'M encontró sus anormalidades extrañas cuando, por ejemplo, vio hombres trabajando del revés en un andamio'. Parece que el misterioso paciente vivió sin mayores complicaciones hasta finales de los años 90, habiendo conseguido establecer mecanismos en su cerebro que le permitiesen llevar una vida con la mayor normalidad posible.