La lista de dinosaurios se amplía: este cuellilargo ha sido encontrado en China y tiene 165 millones de años
Un fósil con el cráneo casi intacto revela una nueva especie de dinosaurio que se enmarca en el grupo de los eusaurópodos

En un remoto rincón del noroeste de China, los pobladores del pasado remoto de la Tierra han vuelto a salir a la superficie. En esta ocasión, lo han hecho a través de un cráneo sorprendentemente bien conservado. Estamos ante un fragmento de historia fósil que ha llevado a los paleontólogos a identificar una nueva especie de dinosaurio saurópodo, calificada científicamente como Jinchuanloong niedu. Su nombre se añadirá a aquellos gigantes que ya sabemos que poblaron la Tierra hace millones de años.
Un gigante con nombre propio en China
Esta criatura, encuadrada dentro del grupo de los eusaurópodos, herbívoros de cuello largo y cuadrúpedos que dominaron sus hábitats desde el Jurásico Temprano hasta el Cretácico Tardío, y representa una de las ramas más antiguas de esta familia. Es, como han señalado los investigadores en el estudio publicado en Scientific Reports, un miembro divergente temprano, es decir, una pieza fundacional del árbol genealógico de los grandes saurópodos.
El hallazgo ha tenido lugar en la formación Xinhe, cerca de la ciudad de Jinchang, en la provincia china de Gansu. Allí, un equipo de investigadores liderado por el doctor Ning Li, perteneciente a la Universidad de Geociencias de China, ha desenterrado parte del esqueleto, encontrando un cráneo casi completo, una mandíbula, varias vértebras cervicales y 29 vértebras caudales. Un hallazgo que no es poco, especialmente si se tiene en cuenta que los cráneos de estos dinosaurios son una auténtica rareza.

Imagen del cráneo que se ha recuperado en China del Jinchuanloong niedu
Estos fósiles suelen ser frágiles, delicados y, rara vez, sobreviven a los rigores del tiempo geológico. En este caso, sin embargo, los huesos, aunque deformados por la presión de millones de años, presentan un buen estado de conservación. El cráneo, además, mide unos 31 centímetros de largo por 12,5 de alto, demostrando ser una ventana privilegiada de la anatomía de un animal perdido.
Este es fósil de sauropodo más antiguo identificado en Gansu, pero también es un descubrimiento que arroja luz sobre cómo se diversificaron estos animales en la parte oriental de Asia. Durante el Jurásico Medio y Tardío, los eusaurópodos como el Shunosaurus, el Omeisaurus o el Mamenchisaurus, dominaron los ecosistemas tras sobrevivir a un evento de calentamiento global que acabó con otras líneas evolutivas de otros saurópodos.
Este Jinchuanloong niedu, por tanto, representa no solo una especie nueva, sino un eslabón crucial en una historia de supervivencia y adaptación. El hallazgo se suma a una racha de descubrimientos recientes en China, país que se está consolidando como uno de los mayores yacimientos paleontológicos del planeta.
En febrero, se anunció otra nueva especie de saurópodo, Xingxiulong yueorum, descubierta en Yunnan. Y en abril, se identificaron dos pequeños terópodos en la provincia de Liaoning, con unos 125 millones de años de antigüedad. Ahora, cada nuevo fósil encontrado no es solo un hueso, sino que es la notificación de una historia que nos llega con millones de años de retraso. Pero, al fin y al cabo, esos fósiles están esperando a que los encontremos para poder conocer más nuestra historia, ¿verdad?