La mitad del planeta va a sufrir grandes cambios en su climatología, y pasará antes de lo que esperas
La emergencia climática actual nos lleva a comprender qué puede ocurrir para el año 2100. ¿Qué cambios se producirán en la Tierra?

El cambio climático es una evidencia que no se puede discutir. Dejando a un lado el controvertido debate sobre nuestra contribución a este proceso, lo cierto es que las temperaturas son superiores a las previstas en las décadas anteriores por estas fechas. Del mismo modo, se están observando periodos de más sequía, una consecuencia directa de lo que está ocurriendo. Si ya estamos en esta situación en la actualidad, ¿qué podríamos tener para el año 2100? Nos encontramos, sin duda alguna, ante una emergencia climática.
Es posible que el punto de no retorno ya se haya producido, pero lo cierto es que sí es posible introducir cambios en nuestras pautas de consumo para reducir nuestra propia huella de carbono. Algunos estudios sugieren que el problema será más voluminoso en los próximos años, por lo que es necesario llevar a cabo acciones precisas para reducir el deterioro de los ecosistemas. Se cree que entre el 38 y el 40% de la superficie terrestre mundial se encontrará en una zona climática diferente a la actual.
Veamos, por tanto, por qué es tan importante realizar actuaciones en la actualidad, cuáles son las claves más destacadas para entender la emergencia climática que hay ya en la actualidad y, por supuesto, hasta qué punto estamos en un momento de especial complejidad. La apuesta por el coche eléctrico debido a sus ventajas no será la panacea, ¡ni mucho menos! Tendremos que afrontar otros muchos movimientos al respecto.
La mitad de la superficie terrestre de la Tierra se verá afectada por el cambio climático
La investigación ha centrado sus esfuerzos en un horizonte temporal para el que todavía quedan más de 75 años. Aun así, el cambio climático es un proceso que se observa a medio y largo plazo, por lo que es común manejar estas cifras tan extendidas en el tiempo. En este caso en particular, se ha partido de los mapas de Köppen-Geiger, un sistema que clasifica el mundo en 5 zonas climáticas según la temperatura, la precipitación y las estaciones. Esto permite determinar cómo es todo el área terrestre del Planeta.
El principal problema relacionado con la climatología y, sobre todo, con la erosión de la superficie terrestre, es la aridez, lo cual puede provocar una pérdida muy notable de terreno fértil para el establecimiento de plantaciones. Del mismo modo, un aumento de las temperaturas puede provocar que la aparición de plagas sea mucho más constante en el tiempo, afectando a los cultivos ya existentes.
En relación con los termostatos naturales de la Tierra, es decir, los polos helados, su superficie sumaba en torno al 8% del total de la Tierra en los años 1930. En la actualidad, se ha recortado la extensión a un 6,5%, un dato que demuestra el increíble daño que está provocando el calentamiento de la atmósfera debido, principalmente, al CO2. El efecto invernadero es un problema que, pese a que parecía estar solucionándose hace un tiempo, ha vuelto a estar encima de la mesa.
Desde principios del siglo XX, la Tierra ya ha experimentado cambios en la clasificación climática en el 14,77% de su superficie terrestre. Paul Dirmeyer, científico climático de George Mason, Universidad de Virginia.
Habrá que esperar un tiempo para conocer si las ideas que están proponiéndose tienen un efecto real en términos de emisiones contaminantes o si, por el contrario, debe seguir poniéndose énfasis debido a ser insuficientes. ¿Hasta qué punto los países están comprometidos con esta causa a costa de reducir los niveles de producción? He aquí, quizás, el principal foco de atención.