La peculiar técnica de hibernación de los ratones y su conexión con los futuros viajes interestelares
Si podemos replicar esta investigación en humanos, los viajes al confín del cosmos tendrán una preocupación menos.

Utilizamos animales para distintos experimentos, porque a pesar de lo que pueda parecer no nos diferenciamos demasiado de algunos habitantes del planeta Tierra. Hemos sido capaces de enviar animales al espacio, como parte de diferentes investigaciones, y no son pocas las especies que hibernan. Ahora, un nuevo estudio une ambos conceptos y esto podría ser una buena señal para la exploración espacial.
La hibernación es una de las claves para alcanzar un nuevo hogar cósmico
Recientemente, gracias a la investigación publicada en la revista científica Nature Metabolism, hemos descubierto cómo investigadores de la Universidad de Wahisngton han utilizado ultrasonidos no invasivos para estimula un área del cerebro que resulta fundamental a la hora de gestionar la temperatura del cuerpo y el metabolismo.
Zapping part of the brain with focused ultrasound can put rats in a hibernation-like state called torpor for at least 24 hours, even though rats don’t naturally go into this state. Doing this in humans could have medical uses https://t.co/XwsPtfmhSw
— New Scientist (@newscientist) May 25, 2023
Esta área se denomina hipotálamo preóptico y ha sido estimulada en los ratones del estudio, descubriéndose que su temperatura caía 3ºC en una hora, que el consumo de energía cambiaba al uso exclusivo de grasa y que, además, su ritmo cardíaco descendía en un 47%. Este tipo de ultrasonido es lo que se conoce científicamente como 'hipotermia e hipometabolismo inducido por ultrasonidos' y se consigue a través de un circuito en bucle que permite regular la cantidad de ultrasonidos que son enviados al hipotálamo.
Durante la investigación, se consiguió disminuir la temperatura en los ratones, situándola en los 32,95ºC, inferior a los 34ºC, que es la temperatura en que los ratones comenzarían a entrar en la fase de letargo. A través de los ultrasonidos controlados, se consiguió mantener constante la baja temperatura durante 24 horas, para después comprobar como la eliminación del estímulo devolvía la temperatura normal a los pequeños animales.
Solamente quedaba conocer cómo se activa este estado en los ratones y para ello se controló la actividad neuronal de los mismos. La actividad se incrementó con cada pulso de ultrasonidos, lo cual también coincidía con la bajada de temperatura. Los científicos se dieron cuenta, a través de secuenciación genética, que se había activado el gen TRPM2 en el área neuronal del hipotálamo preóptico, lo cuál puede ser clave para el futuro desarrollo de una terapia para inducir al estado de hibernación a seres humanos, ya sean con fines médicos o para viajar largos períodos de tiempo por el espacio.