La rotación de la Tierra se está tambaleando y ahora sabemos por qué está ocurriendo

Desde hace dos décadas, nuestro planeta parece estar actuando de manera extraña. Y no, no hablamos de fenómenos meteorológicos extremos, ni de terremotos o alineaciones planetarias casi mágicas. En realidad, los cambios se están produciendo de una manera sutil y casi imperceptible. Estos nos revelan que la Tierra está girando de una forma diferente, de manera literal.

El misterioso giro del planeta tiene un culpable inesperado

Para hablarte acerca de este misterioso comportamiento del planeta tenemos que aludir al artículo publicado en la revista científica Science, que nos cuenta cuál es el motivo del giro inesperado de nuestro cuerpo celeste: la pérdida masiva de agua en los continentes. Solamente entre los años 2000 y 2002, la Tierra perdió alrededor de 1.600 gigatoneladas de agua del suelo, una cantidad superior al agua que ha perdido la capa de hielo de Groenlandia en décadas.

Esa agua perdida en los continentes, como podrás imaginar, acabó en nuestros mares y océanos, cambiando la distribución de masas y provocando que el eje de rotación de la Tierra se desplazase alrededor de 45 centímetros. El cambio podría asemejarse a una peonza. Esta puede estar girando sin problemas, pero cuando cambias el peso de sitio, comenzará a tambalearse y girará de manera distinta.

El equipo de investigadores a cargo del estudio, procedentes de la Universidad Nacional de Seúl y liderados por el profesor Ki-Weon Seo, afirma que ya podemos ver los efectos de este cambio, sobre todo en el ascenso del nivel del mar, en el desplazamiento del eje de rotación de la Tierra y en la disponibilidad de reservas de agua terrestre. Para llevar a cabo la investigación, se utilizaron datos de satélites y modelos climáticos, pudiendo constatar un hecho aún más terrible: la pérdida de agua entre los años 2003 y 2016 fue de 1.000 gigatoneladas adicionales.

Como causa, los científicos hablan acerca de una combinación de pocas precipitaciones y una atmósfera cada vez más sedienta, debido al aumento de las temperaturas. El desplazamiento del eje es un gran problema para los sistemas GPS, ya que dependen de su posición, y también para la agricultura, los ecosistemas y la seguridad hídrica de todo el planeta. Terrenos más secos implican menos evaporación, menos nubes y menos lluvias. Además, se extrae agua subterránea, agotando reservas que podrían no volver a reponerse.

Los científicos advierten que este problema podría ser ya irreversible, pero también advierten de un dato mucho más inquietante: la mayoría de modelos climáticos no lo vieron venir. Tan solo uno acertó en su predicción, con lo que la mejora de estas herramientas debe ser inmediata, si es que queremos continuar viviendo en un planeta sano. ¿Seremos capaces las señales que nos manda a partir de ahora?