Las empresas tecnológicas pagarán pronto una tarifa por hacer volar sus cohetes: esta es la razón
SpaceX, de hecho, podría ser una de las compañías más afectadas por esta medida

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos parecen estar estudiando imponer tasas a las compañías aeroespaciales por las licencias de lanzamiento y reentrada. Estaríamos ante una medida que tendría la intención de añadir recursos económicos a la administración, con el fin de gestionar el incremento de actividad de la actual industria espacial. Mientras algunas empresas no se oponen a la idea, el gigante del sector, SpaceX, guarda silencio.
El cielo se vuelve de pago
En Estados Unidos, alcanzar altitud podría dejar de ser una actividad gratuita para la creciente flota de cohetes comerciales. Una propuesta legislativa, impulsada la semana pasada por el senador Ted Cruz, presidente del Comité de Comercio del Senado, plantea que la Oficina de Transporte Espacial Comercial de la FAA comience a cobrar tasas por sus licencias a partir del próximo año. El objetivo es claro: que los usuarios del espacio aéreo contribuyan a su gestión, al igual que ya lo hacen las aerolíneas.
Esta medida parece que responde a un desequilibrio evidente. En 2015, la FAA licenció apenas 11 operaciones espaciales. Para este 2025, se proyectan más de 200. Sin embargo, el presupuesto de la Oficina de Transporte Espacial Comercial se ha mantenido prácticamente estancado en torno a los 42 millones de dólares, lo que en la práctica supone un recorte, debido a la inflación. Esta falta de fondos ha provocado retrasos en las licencias, una queja manifestada por la propia SpaceX, principal protagonista de este incremento de actividad.
La propuesta de Ted Cruz, tal y como se explica en un reciente artículo en Ars Technica, detalla un sistema de tasas progresivo, que comenzaría en 2026 con un coste de 22 céntimos de euro por cada 450 gramos, una libra, de carga útil, aumentando hasta 1,30 euros por cada 450 gramos en 2033. Eso sí, para que los costes no sean desorbitados, se establecería un tope por operación, que pasaría de 25.000 euros en 2026 a 170.000 euros en 2033.
El dinero recaudado se destinaría a financiar los costes operativos de la Oficina de Transporte Espacial Comercial. Bryan Bedford, quien está nominado para dirigir la FAA, recientemente ha asegurado que:
Tanto los pasajeros como las aerolíneas pagan impuestos significativos. ...Esos impuestos están diseñados para modernizar nuestro NAS. Un aspecto crucial de la modernización es asegurarnos de que diseñemos el NAS para que pueda adaptarse a una mayor frecuencia de lanzamientos espaciales, así que apoyo plenamente su propuesta.
Para SpaceX, el impacto económico sería notable. Si tenemos en cuenta que un lanzamiento promedio de su Falcon 9, con satélites Starlink, podría incluir una carga de unos 17.000 kg, este incurriría en una tasa de más de 8.000 euros en 2026. Al años, considerando que la compañía realizó casi 90 misiones en 2024, la factura podría superar el millón de euros. Para 2033, con el posible uso de la Starship, cada lanzamiento podría alcanzar ese tope de 170.000 euros.
United Launch Alliance, por su parte, se ha mostrado abierta a estudiar la propuesta, siempre que las tasas sean justa y equitativas, siendo su finalidad la mejora de infraestructuras. Por el momento, SpaceX, la compañía más afectada, no ha querido hacer ningún tipo de comentario. La propuesta abre un interesante debate acerca de la financiación de la FAA, en una era de exploración espacial donde los cielos no solo ven aviones comerciales, sino también cohetes con anhelos de nuestra especie.