SpaceX contamina el hábitat de una especie en peligro: tortugas marinas entre basura de cohetes
La explosión de una nave de la empresa estadounidense en el Golfo de México ha dispersado toneladas de residuos en el país norteamericano

La actividad espacial de SpaceX acaban de chocar con una realidad muy terrestre: fragmentos del cohete Starship, una de las grandes esperanzas de la exploración espacial del siglo XXI, han comenzado a llegar a Playa Bagdad, una localidad costera del estado mexicano de Tamaulipas, tras la explosión de su propulsor en aguas del Golfo de México el pasado 27 de mayo. Entre los restos hay plásticos, piezas metálicas y enormes tanques industriales, que amenazan con convertirse en un desastre ecológico.
Restos del cohete Starship de SpaceX invaden la costa mexicana
El incidente, que ha sido documentado por la organización ambientalista Conibio Global A.C. en una reciente publicación en su cuenta de Facebook, ha sacado a la luz un preocupante impacto colateral del desarrollo aeroespacial. Según su comunicado del 2 de junio, la nave, que fue lanzada desde Boca Chica como parte del noveno vuelo de prueba de Starship, se separó del propulsor en pleno vuelo. Este, con un peso estimado de 200 toneladas, cayó al mar y explotó, generando millones de fragmentos que hoy cubren cerca de 40 kilómetros de litoral mexicano.
Tal y como denuncia Conibio Global en su comunicado, su equipo ha documentado los residuos que fueron generados a partir del último lanzamiento de la Starship. Según sus declaraciones, “millones de fragmentos de plástico están llegando a la costa”. Y esto no es solamente basura acumulándose, sino que "pone en alto riesgo a todo el ecosistema marino, genera un impacto negativo en las familias pescadoras, y representa un peligro para embarcaciones que podrían colisionar con los tanques dispersos en el mar".
En la publicación mencionada, Conibio Global ha recopilado pruebas fotográficas de residuos con etiquetas de SpaceX, incluyendo al menos 12 tanques de 2 toneladas, presuntamente parte del sistema contraincendios de la nave. La acumulación de estos elementos no solo afecta la estética y salud de la playa, sino que constituye un serio riesgo para la fauna marina, embarcaciones locales y, en especial, para una especie emblemática: la tortuga lora.
Esta especie, en peligro de extinción, está justo en plena temporada de anidación. El comunicado advierte que “en pocos días comenzarán a nacer las crías, y tendremos que liberarlas en playas contaminadas con basura que pueden ingerir, confundiéndola con alimento”. A pesar de la situación, ya se han registrado cuatro nidos, lo que añade una dosis de urgencia al problema y un atisbo de esperanza.
La propia asociación civil ha hecho un llamamiento público a Mariana Boy, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, también conocida como PROFEPA, para que lleve este incidente al terreno de los asuntos internacionales y exija a SpaceX responsabilidades legales y medioambientales. Además, han coordinado un recorrido con representantes de PROFEPA para inspeccionar y recolectar más desechos, con base en las instalaciones de la Secretaría de Marina. Y es que, ¿la conquista del espacio pasa por destrozar nuestro planeta? Esperemos que no.