Los científicos consiguen un auténtico logro: han creado electricidad usando solo agua y presión
Un hallazgo europeo convierte al agua en portadora de energía limpia

El agua y el silicio, dos de los materiales más abundantes del planeta, acaban de ser protagonistas de un descubrimiento que casi vuelve a inventar la forma de producir electricidad. Un equipo internacional de científicos, con participación española a través del centro CIC energiGUNE, ubicado en la provincia de Álava, ha realizado una sorprendente demostración, expuesta en un artículo publicado en la revista científica Nano Energy.
El podedr oculto del agua
Esta investigación describe el funcionamiento de lo que han llamado generador triboeléctrico de intrusión y extrusión. Este sistema, según se aclara en el comunicado publicado en EurekAlert, consiste en forzar la introducción de agua en nanoporos hidrofóbicos de silicio y dejarla salir de manera repetida. Ese movimiento continuo produce cargas eléctricas, algo similar a la chispa que sentimos con la electricidad estática. La diferencia es que aquí esa descarga se canaliza, se mide y se convierte en electricidad útil.

Explicación gráfica del proceso de creación de electricidad a partir de presión y agua
Sabemos que los investigadores han logrado eficiencias de conversión de hasta el 9 %, una de las cifras más altas reportadas hasta la fecha. Patrick Huber, portavoz de un conjunto de instituciones científicas conocido como BlueMat – Water-Driven Materials, asegura que "incluso el agua pura, cuando está confinada a escala nanométrica, puede permitir la conversión de energía".
Por su parte, Luis Bartolomé, investigador del CIC energiGUNE, destaca que lo más fascinante del estudio está en la simplicidad. De hecho, declara: "la combinación de silicio nanoporoso con agua permite una fuente de energía eficiente y reproducible, sin materiales exóticos, sino simplemente utilizando el semiconductor más abundante en la Tierra, el silicio, y el líquido más abundante, el agua".
El secreto de este avance parece radicar en el diseño de materiales. El equipo de investigadores ha desarrollado estructuras de silicio con una triple condición: que sean conductivas, nanoporosas e hidrofóbicas. De esta manera, se controla cómo el agua entra y sale de los canales, manteniendo estable el proceso y haciéndolo escalable. Y, a partir de aquí, se abre un amplio abanico de tecnologías autosuficientes.
Hablamos desde sistemas que detectan agua en infraestructuras hasta ropa inteligente que monitoriza la actividad física, pasando por robots hápticos capaces de generar electricidad a partir de movimientos y contactos. Y quién sabe, quizás en el futuro la simple combinación de agua y silicio convierte cada gota y cada poro en diminutas centrales eléctricas invisibles. Fascinante, ¿verdad?