Los científicos han creado "super ratones": lo han hecho con este ímplate tecnológico
Un nuevo implante en la retina, sin cables ni cámaras externas, devuelve parcialmente la vista a ratones ciegos y les da superpoderes

El camino hacia la visión artificial lleva décadas sorteando obstáculos técnicos, quirúrgicos y éticos. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Fudan, en China, acaba de presentar un avance que parece sacado de una distopía futurista: implantes de retina experimentales, que no solo restauran parte de la visión en animales ciegos, sino que también les permiten ver en el infrarrojo. Y todo ello sin cámaras externas, ni fuentes de energía, ni circuitos visibles.
El futuro se asoma desde la retina de un ratón
La investigación, publicada en la revista científica Science, asegura que la clave está en un material con propiedades únicas, conocido como telurio. Este elemento raro, de aspecto plateado, fue el elegido tras una serie de simulaciones para fabricar una malla de nanohilos que, implantada en la retina, actúa como un sustituto parcial de los fotorreceptores naturales.
A diferencia de otras soluciones anteriores, que dependían de gafas con cámaras y baterías externas, el implante chino genera corriente directamente a partir de la luz, sin necesidad de alimentación adicional. En las pruebas con ratones genéticamente ciegos, los resultados sorprendieron incluso a los propios investigadores. Los animales, tras un breve periodo de adaptación, recuperaron la contracción pupilar y lograron resolver tareas visuales que implicaban distinguir formas y localizar fuentes luminosas.
En uno de los experimentos más llamativos, los ratones eran recompensados con agua si reaccionaban a un cambio de iluminación. Los que llevaban implantes acertaban más del 85 % de las veces, muy cerca del 98 % de los ratones con visión sana. Sin embargo, el verdadero giro de guion llegó cuando se apagaron las luces visibles y se encendieron LED de luz infrarroja. Mientras los ratones normales fallaban estrepitosamente, los implantados siguieron resolviendo las pruebas con solvencia. Habían adquirido un nuevo sentido. Tenían superpoderes.
El dispositivo también fue probado con éxito en macacos, un paso importante hacia futuras aplicaciones en humanos. Los primates implantados no perdieron visión natural y ganaron sensibilidad al infrarrojo, lo que refuerza la seguridad del sistema. Eso sí, el implante aún está lejos de ser perfecto. Los investigadores reconocen que su sensibilidad lumínica es inferior a la de los fotorreceptores humanos y que es difícil saber exactamente qué ven los animales con estos dispositivos, según la información publicada en Ars Technica.
Además, la cirugía de implantación, que implica un pequeño desprendimiento de retina, podría causar complicaciones en ojos humanos dañados. Aun así, expertos como el bioingeniero español Eduardo Fernández consideran los implantes como “prometedores”. Eso sí, queda por saber si algún día podremos tener visión nocturna integrada. Por el momento, algunos ratones y macacos, en este mismo planeta, pueden presumir de una mirada más extraordinaria que la nuestra.