Los expertos consideran que Donald Trump ha lanzado un "ataque total" contra el medio ambiente
La Casa Blanca asegura estar siguiendo la ciencia, mientras impulsa el carbón y recorta en renovables

En apenas cien días, el mandato de Donald Trump ha desatado lo que expertos legales y grupos ecologista consideran como un ataque frontal, meticuloso y sin precedentes contra el medioambiente. Ya en su primera presidencia, la comunidad científica levantó la voz y ahora el consenso es aún más generalizado. Parece que la amenaza ha subido de nivel.
La administración estadounidense arrasa con décadas de avances medioambientales
Hemos conocido en fechas recientes un comunicado publicado en la página web Inside Climate News en el que se deja bien claro que los decretos, recortes y despidos que ha realizado la administración de Donald Trump en los últimos meses están dinamitando los pilares fundamentales de la política ambiental de Estados Unidos.
Manish Bapna, presidente y CEO de la ONG medioambiental Consejo para la Defensa de Recursos Naturales, ha asegurado que "si este asalto tiene éxito, podría llevar una generación o más reparar el daño". De hecho, Manish deja un mensaje contundente en el artículo:
No es una exageración decir que la admnistración Trump ha lanzado el peor ataque de la historia de la Casa Blanca contra el medioambiente y la salud pública. Día a día y hora a hora, la admnistración está destruyendo uno de los logros más emblemáticos de nuestro tiempo.
Sin embargo, estas no son unas simples declaraciones aisladas. Los hechos hablan por sí solos. Se han producido recortes de hasta el 65% del presupuesto de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, se han eliminado oficinas de justicia ambiental, se han producido despidos masivos en parques nacionales y se han vuelto a abrir tierras públicas a la explotación minera y energética.
Taylor Rogers, portavoz de la Casa Blanca, asegura que la administración de Donald Trump está "limpiando el aire y el agua con sentido común". Sin embargo, muchos expertos replican que la realidad es justamente la contraria: se están desmontando protecciones clave, mientras se abre la puerta a contaminadores históricos.
Hannah Perls, abogada ambiental de Harvard, declara que "siempre anticipamos cambios de política con cada administración, ya sea demócrata o republicana". Sin embargo, lejos de utilizar métodos donde las políticas se revisan caso a caso, parece que "están utilizando dinamita", refiriéndose al comportamiento del actual gobierno de Estados Unidos.
Las consecuencias ya se están notando con proyectos de energías renovables paralizados, comunidades sin fondos para combatir la contaminación y despidos en agencias fundamentales de la administración. Además, justo antes del verano, se han desmantelado programas de ayuda energética para hogares vulnerables y más de 22.000 agricultores han visto congeladas ayudas para prácticas sostenibles.
Eso sí, ahora sectores como el del gas o el petróleo aplauden estas medidas. Tal y como asegura Kathleen Sgamma, perteneciente al lobby Western Energy Alliance, "hemos visto un cambio drástico de una administración que impuso políticas restrictivas, limitó los permisos y amenazó con proyectos energéticos, a una que apoya activamente el desarrollo".
Los expertos ya advierten que Estados Unidos no solo perderá el liderazgo climático, sino que también está poniendo en juego décadas de progreso ambiental, sanitario y científico. La propia Hannah Perls es tajante al respecto: "la gente morirá a causa de estas decisiones". Puede sonar dramático, pero es una opción que no está tan lejos de hacerse realidad.