Los investigadores descubren una tumba que podría revelar el miedo que existía a los vampiros en la Edad Media
Una niña podría haber sido enterrada de tal manera que se evitaba un posible regreso del más allá.
Nuestra historia está repleta de mitos, entre los que podríamos incluir al Triángulo de las Bermudas o la maldición de Tutankamón. Y gracias a ciencias como la arqueología, podemos confiar en expertos en su campo para que nos desvelen cómo las leyendas actuales vienen desde tiempos inmemoriales. Ahora, llega el turno de conocer cómo de temidos eran los vampiros en la Edad Media.
Ritos funerarios para evitar el resurgimiento de los vampiros en el medievo
El Museo de Arqueología de Londres ha publicado un artículo recientemente en el que aborda el descubrimiento de un cadáver muy particular. Localizada en el condado de Cambridgeshire, concretamente en la ciudad de Conington, se ha descubierto el esqueleto de una niña de 15 años que estaba enterrada boca abajo y, aparentemente, con los tobillos atados.
New analysis from our @NationalHways A14 excavations gives us a glimpse into the tragic life of a young woman considered an outsider by her early medieval community.
— MOLA (@MOLArchaeology) August 14, 2023
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Esto, que al resto de los mortales nos puede parecer un dato anecdótico, parece ser una práctica que se realizaba en contadas ocasiones en la Edad Media en aquellas personas que se comportaban de manera diferente al resto de los habitantes en la Inglaterra del siglo IX. El cristianismo ya se encontraba extendido en este país, aunque no eran habituales aún los cementerios. Así que la norma era enterrar a la gente boca arriba.
Algo muy distinto de lo que sucede con una niña, que con el análisis de sus huesos se ha podido determinar que sufría de desnutrición y que tenía una lesión en la columna vertebral, con lo que parece ser que procedía de una clase social baja.
Esta manera de enterrar a aquellos individuos que se apartaban de la normalidad y es reflejo de una sociedad que vivía bajo el peso de las supersticiones, tal y como afirma Don Walker, osteólogo del MOLA:
(...) probablemente nunca sepamos cómo era vista esta mujer por la comunidad en la que creció, pero la manera en que fue enterrada nos dice que era vista como diferente. Su ritual funerario podría haber reflejado la naturaleza de su muerte o su identidad social o la de su familia. Además de haber sido enterrada boca abajo en un perímetro, la posición de sus tobillos nos sugieren que estaban enlazados. Esto implica que la comunidad tomó medidas extra para asegurarse que no volvería de la tumba.