Los microplásticos podrían estar ayudando de forma silenciosa a las bacterias. Los expertos están preocupados y han dado una alerta
Los plásticos permiten que las bacterias tengan una superficie a la que adherirse, según un reciente estudio

Cada vez que escuchamos una noticia acerca de los microplásticos, nos echamos a temblar. Estamos hablando de pequeños fragmentos de plástico, de menos de 5 milímetros de diámetro, que pueden hallarse en lugares tan insospechados como los testículos o en las exhalaciones de los delfines. Y ahora, además, también parece que están ayudando a las bacterias.
El gran problema de los microplásticos y las bacterias
La comunidad científica no sale de su asombro cuando tiene que explorar las consecuencias de los microplásticos para el planeta y sus organismos. Sabemos que el agua de lluvia contiene microplásticos y que, incluso, las [placentas humanas](placenta humana) se ven afectadas por ellos. Ahora, no solo nos enfrentamos a su contaminación, sino a su conversión en ayudantes de las bacterias.
En reciente estudio publicado en la revista científica Applied and Environmental Microbiology, se asegura que los microplásticos ayudan a las bacterias a ser más resistentes a los antibióticos. Se sabía que las bacterias pueden convertirse en resistentes a los antibióticos por el abuso de ciertos medicamentos, pero parece que el entorno en que se encuentran también crea condiciones perfectas. Neila Gross, coautora del estudio, asegura que "los plásticos proporcionan una superficie a las que las bacterias se adhieren y colonizan".
El estudio se ha centrado en la bacteria Escherichia coli, donde se ha comprobado no solo que, efectivamente, las bacterias crear una biopelícula al unirse a una superficie, sino que esta es mucho más resistente si los microplásticos entran en acción. Esa biopelícula protege a las bacterias frente a posibles daños y las mantiene adheridas.
El estudio demuestra que esa biopelícula es capaz de bloquear medicamentos y que, en comparación con superficies como el cristal, los microplásticos permiten un mejor aislamiento. Muhammad Zaman, profesor de la Universidad de Boston, asegura al medio Interesting Engineering que:
Estamos demostrando que la presencia de plasticos está haciendo mucho más que proporcionar una superficie para que las bacterias se agarren. Realmente están conduciéndolas al desarrollo de organismos resistentes.
El estudio quiere ver si este impacto es tan real como sospechan en entornos fuera del laboratorio. Para ello, tienen pensado acudir a campos de refugiados para investigar acerca de la presencia de microplásticos y su efecto en las bacterias. Por cierto, aún se desconoce el motivo por el que los microplásticos benefician a las bacterias. Una teoría asegura que es por su capacidad de repeler el agua, mientras que otra asegura que las bacterias son capaces de retener esas biopelículas más resistentes después de estar en contacto con microplásticos.