Nuevos hallazgos mayas en Sac Actun, la cueva submarina más grande del mundo
Sac Actun, el sistema de cuevas inundadas más grande del mundo, se ha convertido en una puerta impresionante al pasado. ¿Qué han descubierto los investigadores en este lugar?

La civilización maya ha recibido grandes novedades durante los últimos meses. A las impresionantes ruinas encontradas en Guatemala, ahora debemos sumarle los descubrimientos que han tenido lugar en Sac Actun, el sistema de cavernas submarinas más grande del mundo.
Este lugar, situado en México, es una verdadera puerta a diferentes sociedades del pasado y promete aportar datos fundamentales para conocer cómo eran las mismas. Especialmente, Sac Actun abre un nuevo acceso a la cultura maya, como se ha comprobado con los nuevos hallazgos.
Los investigadores continúan trabajando en este sistema de cuevas profundas. Gracias a esa labor, podemos conocer la existencia de restos milenarios que puedes ver con tus propios ojos en las fotografías facilitadas por Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Sac Actun, un lugar clave para la arqueología
14 años de investigaciones y exploraciones fueron necesarios para acceder a Sac Actun, la que es ya considerada como la mayor cueva submarina del mundo. Como informa El Tiempo, se encuentra en Tulum, en el estado de Quintana Roo (México).
La longitud de este laberinto acuático bajo la tierra es de 347 kilómetros, aunque los expertos creen que podría llegar a los 1.000 kilómetros. El descubrimiento más importante se produjo hace meses, cuando se encontró que la cueva de San Actun y la de Dos Ojos tenían una conexión desconocida hasta el momento.
Tras ese hallazgo, empezaron nuevas investigaciones de las que ahora conocemos muchos más datos. Debemos tener en cuenta el factor de la contaminación del agua que, como aseguran desde 9 News, dificulta y mucho la visión de los objetos, además de acelerar su erosión.
Restos de más de 2 millones de años
El trabajo realizado durante este tiempo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya está dando sus frutos, como podemos comprobar con los nuevos hallazgos que han salido a la luz. Desde restos óseos con más de 9.000 años de antigüedad hasta huesos de fauna extinta del Pleistoceno, que pueden tener más de 2.5 millones de años.
La exploración de la cueva acuática más grande del mundo ha servido para localizar 248 cenotes que sirven de entrada y 198 contextos arqueológicos, de los que la mayoría contiene restos de la civilización maya, como informa National Geographic.
Como decíamos, son 198 los hallazgos arqueológicos encontrados, por el momento, durante las exploraciones. Entre ese gran número destacan especialmente restos de huesos de animales ya extintos de la épica del Pleistoceno, como perezosos gigantes, elefantes y osos.
Estos restos han llevado a Guillermo de Anda, director del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM), a afirmar que se trata de algo abrumador y que esta cueva submarina es "sin duda es el sitio arqueológico sumergido más importante del mundo".
Además, los restos tienen un grado de conservación que ha sorprendido gratamente a los responsables del estudio. Eso es lo que sucede también con los hallazgos relacionados con la civilización maya, como altares, pasillos y muros que se ubican en los accesos a Sac Actun y que podrían ser, incluso, anteriores a esa sociedad.
En algunos de los cenotes se han encontrado incluso vestigios de una ofrenda cerámica y fragmentos de un incensario que seguramente tenía una representación de Ek Chuak, el dios maya del comercio. En este lugar resiste aún al paso del tiempo la escalinata que daba acceso al mismo, algo clave para de Anda:
Estamos ante un fenómeno muy claro de apropiación de los espacios sagrados, de los cenotes, de las cuevas, y de la modificación que hicieron los antiguos mayas.
Los expertos han asegurado que también han encontrado restos humanos de más de 9.000 años de antigüedad: un esqueleto se encuentra completo pero disperso, y también han hallado un cráneo. Todos estos restos serán investigados y podrán revelar información de los primeros humanos de ese continente.
Más de 10.000 años de uso certifican su importancia
El proyecto del Gran Acuífero Maya, apoyado por, entre otros, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, sigue su desarrollo, ya que sus responsables están convencidos de que aún hay mucho que encontrar en el lugar.
Estos expertos aseguran que los individuos precerámicos ya utilizaban la cueva, lo que queda de manifiesto que pudo haber una interacción con la misma durante entre 10.000 y 15.000 años, incluso más. La historia de Sac Actun, como afirma National Geographic, se remonta a miles de años atrás y merece la pena descubrirla.

Objetos de la civilización maya han sido encontrados bajo el agua. New York Daily News
A finales del último período glacial, el agua se encontraba 100 metros por debajo de la superficie actual. Sin embargo, el deshielo cambió completamente la situación y el agua inundó todas las cavidades que estaban secas, permitiendo que los restos que en ellas se encontraban se hayan conservado casi a la perfección.
Los expertos han vuelto al pasado para estudiarlo y encontrar qué utilidad le daban los humanos a estas cuevas. Han conseguido acercarse a la misma y la han explicado con las siguientes palabras:
Esto era un punto de entrada a las tierras interiores. Los tenían que seguir rutas terrestres bien establecidas. Una hipótesis es que los comerciantes tendrían esto como punto de peregrinaje ritual. En su caminar hacia tierra adentro, tendrían que hacer paradas en altares y en lugares sagrados.
Esos 248 cenotes encontrados prometen seguir revelando miles de objetos que aún siguen oculto bajo el agua de Sac Actun. Con esos restos, los responsables de las exploraciones intentarán conseguir uno de sus principales objetivos: "determinar si el origen de la cosmovisión maya puede ser tan antiguo como para haber sido heredado por los precerámicos".
Guillermo de Anda está convencido de que esa es una gran posibilidad. Ahora solo queda que el desarrollo de esta importantísima investigación pueda certificarlo con pruebas y no suposiciones.