Por qué nunca olvidarás cómo montar en bicicleta

La memoria humana es algo tremendamente complejo, que da lugar a fenómenos realmente curiosos. ¿Quieres conocer algunos de ellos?

Por qué nunca olvidarás cómo montar en bicicleta
La memoria no declarativa tiene mucho que decir en este tema. Marchas y Rutas
Publicado en Ciencia

Tu cerebro está formado por todas las experiencias que has tenido a lo largo de tu vida. Estas han quedado grabadas, formando millones y millones de conexiones neuronales que componen lo que llamamos memoria. Las neuronas son impresionantes, y realizan tareas que ni imaginas.

La memoria contiene todo lo que eres y sabes

La memoria humana es algo tremendamente complejo. De ella dependen muchas otras capacidades y procesos que llevamos a cabo cada día, por lo que sin ella, nuestra existencia sería un verdadero caos.

Algo tan complicado debe contener a su vez distintos elementos o subcategorías, y de hecho, así es. Podemos encontrar dos grandes tipos de memoria, los cuales se dedican a tareas totalmente distintas. Mientras que una recuerda acontecimientos de tu vida, la otra se encarga de que no te caigas de una bicicleta. ¿Quieres conocerlas?

Por qué nunca olvidarás cómo montar en bicicleta

Las neuronas contienen toda la información de tu existencia. Poder Personal

Memoria declarativa, a través de tu experiencia

Nos encontramos ante el ejemplo más típico de lo que conocemos como memoria. En este caso, hablamos de hechos que han quedado grabados en áreas concretas de nuestro cerebro, y de los que podemos hablar. Esta memoria es la encargada de que sepas, por ejemplo, qué comiste ayer, o cómo se llaman tus padres.

Guarda todos tus conocimientos y experiencias

Como podemos leer en Human Memory, muchas de las cosas que has aprendido a lo largo de tu vida componen esta memoria declarativa, por lo que es realmente importante. Lo que estudiaste en la escuela, qué película fue la última que viste, todo esto depende de ella.

Un punto verdaderamente importante, y que diferencia a esta capacidad de la que veremos a continuación, es el hecho de que puede hacerse consciente. Puedes recordar cual es la capital de tu país trayendo el dato desde tu memoria, e incluso es posible que puedas recuperar aquellos momentos en los que estudiabas geografía en clase. Es por esto que la llamamos memoria declarativa, porque se puede hablar de ella, se puede hacer presente.

Memoria no declarativa, oculta en tu interior

Aquí la cosa cambia radicalmente. La memoria no declarativa, también conocida como memoria implícita, es muy diferente a lo que normalmente conocemos sobre esta capacidad cognitiva. Y es que, como apuntan desde Explorable, en este caso lo más importante son los procedimientos, motivo por el que también es llamada memoria procedimental. ¿Qué quiere decir esto?

Aquí lo importante son las acciones, los procedimientos

Poner un ejemplo deportivo creemos que es aquí lo más inteligente. No parece que Rafael Nadal conociera el gesto técnico de un golpe con efecto cuando tenía 3 años. Sin embargo, hoy en día puede variar sus golpes de manera rápida y sin pensar. Aunque no lo creas, la responsable de esto es su memoria no declarativa.

No hace falta fijarse en un profesional del deporte para darse cuenta de esto. Es muy probable que recuerdes el día que aprendiste a montar en bicicleta. Este recuerdo dependerá de la memoria declarativa, ya que es un hecho de tu vida, pero no tanto lo que aquél día aprendiste.

Por mucho tiempo que pase, siempre sabrás cómo subirte y pedalear en una bicicleta. Sin embargo, es imposible explicar cómo lo haces. ¿Has intentado alguna vez explicarle a alguien cómo montar sin caerse? Bueno, subes y... pedaleas, ¿no? No es tan sencillo.

Son cosas que no se pueden explicar

Todo se debe a que los procedimientos motores que aprendemos, como unos pasos de baile, o el golpeo de una pelota, quedan grabados de forma implícita, sin que nos demos cuenta. Simplemente sabemos hacerlo, pero no conocemos el porqué. Esta es la esencia de este tipo de memoria, y tiene características muy curiosas.

Totalmente imborrable

Como nos mostraba Carlson en su obra Fisiología de la conducta, cuando alguien sufre una amnesia severa, ya sea debido a un accidente o a una enfermedad, pierde multitud de recuerdos que se encontraban almacenados en su memoria declarativa. Sin embargo, con la memoria implícita, no ocurre lo mismo.

Aunque todos los recuerdos de los últimos 10 años queden borrados, esa persona no olvidará cómo montar en bicicleta. Alguien que baile tampoco olvidará los pasos que haya aprendido, y alguien al que le guste el mar no dejará de saber nadar. ¿Cómo es esto posible?

Aun perdiendo toda tu memoria, sabrás montar en bicicleta

Que diferenciemos entre estos dos tipos de memoria no es ninguna casualidad. Sabemos gracias a investigadores como Martínez Selva, que existen distintas estructuras cerebrales relacionadas con la memoria, y aquí es donde encontramos una de las diferencias más importantes, en la base fisiológica.

Mientras que la memoria declarativa está presente en estructuras como el hipocampo, la implícita trabaja más en zonas como la amígdala o los ganglios basales. Puede parecer algo simple, pero esto tiene consecuencias como las que has visto anteriormente.

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